La SEU d’Urgell en 24 horas ⛰️ Instantes de Tiempo
La Seu d'Urgell es una pequeña ciudad situada en los Pirineos de Cataluña, en la comarca del Alt Urgell. Vecina de la comarca de la Cerdaña donde estuvimos el otoño pasado y de donde veníamos cuando decidimos para a almorzar. Aunque muchas personas la conocen porque está cerca del Principado de Andorra, esta ciudad tiene mucho que ofrecer por sí misma. Así que hoy he decidido traeros una breve visitar con monumentos antiguos llenos de historia, su naturaleza pirenaica, descubriros algunos rincones con mucho encanto. También os contaré un poco sobre un viaje en moto que hice hace algunos años y cómo fue volver a visitar este lugar tan especial desde el punto de vista de un viajero curioso.
Conocer el casco antiguo
Empezamos la visita caminando por el centro histórico de la ciudad, que conserva un aire medieval. Allí os encontraréis con la Catedral de Santa María d'Urgell, que es muy especial porque es la única catedral totalmente románica de Cataluña. Fue construida en el siglo XII, y si miráis bien su fachada, veréis detalles escultóricos inspirados en el arte de la región italiana de Lombardía, como también vimos en el castillo de Cardona. Tiene un gran rosetón y capiteles decorados con figuras bíblicas y animales fantásticos. Dentro de la catedral hay una figura muy antigua y bonita de la Verge d'Urgell, conocida como la Mare de Déu d'Urgell, una talla del siglo XIII.
Justo al lado podéis entrar al Museo Diocesano, donde hay una gran colección de piezas de arte religioso, como pinturas murales, esculturas y objetos litúrgicos de diferentes épocas. También podéis visitar la pequeña pero interesante Iglesia de Sant Miquel, de origen prerrománico. Caminar por las calles estrechas como el Carrer Major y el Carrer dels Canonges, que eran las principales vías del antiguo recinto amurallado. Allí los martes y sábados hay mercado, donde se venden productos frescos, quesos locales, embutidos y artesanías.
Aventura y naturaleza en el Parc del Segre
A pocos pasos del centro histórico se encuentra el Parc Olímpic del Segre, un espacio natural y deportivo construido para los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Tal y como expliqué en la Ruta Olímpica por Barcelona, este parque fue sede de las pruebas de piragüismo en aguas bravas, y todavía hoy se utiliza para entrenamientos y competiciones internacionales. Aquí puedes practicar deportes acuáticos como rafting, piragüismo o kayak, en un canal artificial que imita las condiciones de un río de montaña.
Además de la adrenalina que ofrecen estos deportes, el parque también es un lugar ideal para descansar. Hay zonas verdes, bancos, mesas de pícnic y senderos para caminar o ir en bicicleta. El entorno es muy bonito, rodeado de árboles, con vistas a las montañas y con el sonido constante del agua corriendo. Lo interesante de este parque es que fue diseñado pensando en el medio ambiente. El canal se alimenta del río Segre de forma controlada, respetando el caudal ecológico y minimizando el impacto sobre la fauna y flora locales.
Comida típica y descanso
Después de una mañana intensa, llega el momento de disfrutar de la gastronomía local. La Seu d’Urgell es muy famosa por sus quesos. En octubre se celebra la Feria de Quesos Artesanos del Pirineo, que forma parte de una fiesta tradicional muy antigua: la Fira de Sant Ermengol. Allí se pueden probar más de 150 variedades de quesos hechos en diferentes partes de los Pirineos, no solo de Cataluña, sino también de Aragón, Navarra, el País Vasco y Francia. Es un paraíso para los amantes del queso.
Durante el resto del año, muchos restaurantes y tiendas venden estos quesos, junto con otros productos locales. Puedes probar platos típicos como el trinxat de la Cerdanya, que lleva patata, col y panceta, o las carnes a la brasa, los embutidos como la girella, hecha con arroz y cordero, y los quesos locales como el tou dels Til·lers, un queso blando y sabroso. La mantequilla Cadí, producida en la zona desde hace más de 100 años, y la ternera de los Pirineos Catalanes también tienen mucha fama por su calidad.
Mirador en el Castell de Ciutat
Para terminar el día, subid hasta el Castell de Ciutat, una antigua fortaleza situada en una colina al sur de la ciudad. Esta construcción fue muy importante durante la Edad Media, ya que controlaba el acceso al valle del Segre. Aunque ahora parte del castillo ha sido transformada en un hotel, se conservan tramos de muralla, torres y un bonito jardín con vistas.
Desde lo alto del castillo, se puede ver toda La Seu d’Urgell, el Parc del Segre, los Pirineos y hasta las montañas de Andorra en días despejados. Es un lugar ideal para ver el atardecer, cuando la luz cambia de dorado a rosa y las montañas se tiñen de colores suaves. Si vas en moto, el camino para subir tiene curvas suaves, buena carretera y vistas muy bonitas. Vale la pena parar varias veces para sacar fotos y respirar aire puro. Puedes llevar una bebida, sentarte en un banco o sobre la hierba, y simplemente mirar el paisaje.
Pasar un día en La Seu d’Urgell es una gran forma de conocer la historia, la naturaleza y la cultura de los Pirineos. Ya sea que os guste explorar monumentos antiguos, hacer deporte al aire libre, comer bien o simplemente relajaros y pasear sin prisa, esta ciudad tiene algo especial. Combina lo mejor del mundo rural con las comodidades modernas, todo en un entorno natural espectacular. Así que preparad vuestra mochila, la cámara (o el casco si vais en moto), y venid a descubrir este lugar tan especial paso a paso. Seguro que, como me pasó a mí, querréis volver.
Adriana
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