Recorriendo la huella OLÍMPICA en BARCELONA🏅 Instantes de Tiempo
¿Sabías que los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 no solo transformaron la ciudad, sino que también dieron vida a una serie de impresionantes instalaciones deportivas que aún hoy forman parte del legado de Barcelona? Desde el icónico Estadio Olímpico hasta las innovadoras Piscinas Picornell, cada lugar cuenta una historia de pasión, planificación y pura adrenalina. En este nuevo episodio de Instantes Olímpicos, os invito a recorrer Barcelona y sus sitios más emblemáticos de los Juegos Olímpicos de 1992, celebrados del 25 de julio al 9 de agosto, con el simpático Cobi como mascota. En estos Juegos participaron 169 países y un total de 9,364 atletas, sin ningún boicot.
Una de las áreas más destacadas es l'Anella Olímpica de Montjuïc, que abarca 400 hectáreas y albergó varias instalaciones importantes para los Juegos. Entre ellas, el Estadio Olímpico de Montjuïc, con capacidad para 60.000 espectadores, fue la sede de las ceremonias de apertura y clausura, que fueron las más vistas durante mucho tiempo. El Palau Sant Jordi, con espacio para 18.000 personas, acogió eventos de gimnasia artística, balonmano y voleibol. Las Piscinas Picornell, con una capacidad de 10.000 personas, se utilizaron para competiciones de natación, natación sincronizada, waterpolo y pentatlón moderno. Finalmente, el INEFC, con aforo para 1,000 espectadores, fue el escenario de los eventos de lucha.
Estadio Olímpico Lluís Companys |
Sin duda, la joya de la corona es el Estadio Olímpico Lluís Companys. Construido inicialmente en 1927 para la Exposición Internacional de Barcelona y diseñado por el arquitecto Pere Domènech i Roura, el estadio fue conocido como el "Estadio de Montjuïc". Tras una fallida candidatura para los Juegos Olímpicos de 1936, el estadio fue renovado y modernizado entre 1985 y 1989 para los Juegos Olímpicos de 1992, con la colaboración de los arquitectos Gregotti, Joan Margarit y Carles Buxadé.
Cerca del estadio se encuentra el Palau Sant Jordi. Diseñado por el arquitecto japonés Arata Isozaki y completado en 1990, el Palau Sant Jordi es un pabellón versátil con una estructura ligera y adaptable, destacando por su techo elíptico autoportante, hecho con cables de acero y revestido de teflón y fibra de vidrio. Inaugurado en septiembre de 1990, el Palau Sant Jordi se usó para eventos de gimnasia y voleibol, y desde entonces ha sido un importante centro para eventos deportivos, conciertos y espectáculos. Curiosamente, unos días antes del inicio de los juegos se encontró una bomba, una noticia que saldría a la luz años después.
Las Piscinas Bernat Picornell, inauguradas en 1969 y renovadas para los Juegos Olímpicos de 1992, se actualizaron para cumplir con los estándares olímpicos. El complejo incluye una piscina olímpica exterior de 50 metros, utilizada para natación y waterpolo; una piscina de saltos equipada con trampolines y plataformas; y una piscina cubierta de 25 metros, climatizada y disponible todo el año. Durante los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, esta piscina fue escenario de una de las finales más dramáticas en la historia del waterpolo: la épica batalla entre Italia y España, que se resolvió en una agónica tanda de penales, con Italia llevándose el oro en un final de infarto. Actualmente, el complejo sigue siendo un importante centro deportivo y recreativo, abierto al público para natación, aquagym y entrenamiento de alto nivel, y continúa siendo un lugar destacado para competiciones y actividades acuáticas.
En la avenida María Cristina, cerca de l'Anella Olímpica, encontramos la Fira de Barcelona, donde se celebraron varias competiciones. El Palacio de los Deportes de Barcelona albergó gimnasia rítmica y la fase previa de voleibol, con una capacidad de 6.500 espectadores. El Palacio de la Metalurgia acogió esgrima y la parte de esgrima del pentatlón moderno, también con capacidad para 6.500 personas. La Piscina Municipal de Montjuïc fue el escenario de saltos y la fase previa de waterpolo, con el mismo aforo. El Pabellón de la España Industrial se dedicó a la halterofilia, con capacidad para 1.000 espectadores. Además, se utilizaron circuitos temporales para las competiciones de pentatlón moderno, marcha atlética y maratón, con recorridos por distintos puntos emblemáticos de Barcelona.
Palau Sant Jordi |
Barcelona se preparó para ser el escenario de unos de los mejores Juegos Olímpicos de la historia, llevando a cabo una serie de transformaciones significativas en la ciudad. Se abrió al Mediterráneo, se recuperaron las playas, se urbanizó Montjuïc y se mejoró el transporte público y las telecomunicaciones. Recomiendo ver un video interesante de "Entre Espacios" para conocer más sobre estos cambios. También se llevó a cabo una importante ampliación del aeropuerto de Barcelona, con la mejora de las instalaciones, renovando la terminal B y construyendo las nuevas terminales A y C.
El presupuesto inicial de los Juegos Olímpicos de 1992 era de aproximadamente 153 millones de pesetas, pero el coste final ascendió a 153 mil millones. Solo el 9% se cubrió con fondos públicos. Por primera vez, el comité organizador asumió los gastos de alojamiento construyendo villas olímpicas. La más impresionante fue en el Poblenou, donde también se construyó el Puerto Olímpico y las famosas Torres Mapfre. La intención era asegurar suficientes plazas hoteleras para los turistas, por lo que también se construyeron dos hoteles de cinco estrellas.
Piscinas Bernat Picornell |
Concretamente, la Villa Olímpica del Poblenou fue parte de una ambiciosa transformación urbana que revitalizó un área industrial. Diseñada por los arquitectos Oriol Bohigas, Josep Martorell, David Mackay y Albert Puigdomènech, la villa ofreció alojamiento a más de 15.000 atletas e incluyó edificios residenciales, tiendas, restaurantes y espacios verdes como el Parc de la Nova Icaria. Tras los Juegos, se convirtió en un vibrante barrio residencial y de ocio, con apartamentos ocupados por residentes, una zona de entretenimiento en auge y un desarrollo comercial creciente.
Junto a la Villa Olímpica se encontraba el área del Parque de Mar, que albergaba cuatro instalaciones clave: el Puerto Olímpico, sede de las competiciones de vela; el Pabellón de la Mar Bella, destinado al bádminton; el Polideportivo Estació del Nord, que acogió eventos de tenis de mesa; y el Frontón Colón, donde se disputaron competiciones de pelota vasca. Tres de estas instalaciones fueron construidas especialmente para los Juegos, mientras que el Frontón Colón fue reformado.
Puerto Olímpico |
En la zona de Diagonal, se utilizaron cuatro instalaciones preexistentes para los Juegos Olímpicos de 1992. El Camp Nou albergó los partidos de fútbol en la fase previa y en la final. El Palau Blaugrana fue sede de judo, taekwondo y la fase final de hockey sobre patines. El Real Club de Polo acogió competiciones de equitación, incluyendo doma y saltos, y la prueba de salto ecuestre del pentatlón moderno. Finalmente, el Estadio de Sarriá se utilizó para los partidos de fútbol en la fase previa.
En el área del Valle de Hebrón, se desplegaron cuatro sedes. El Velódromo de Horta fue el escenario para las competiciones de ciclismo en pista. El Campo Olímpico de Tiro con Arco acogió las pruebas de tiro con arco. El Pabellón del Valle de Hebrón se utilizó para el voleibol en la fase previa. El Centro Municipal de Tenis Vall d'Hebron fue el lugar de las competiciones de tenis.
Durante los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, diversas localidades en Cataluña y el resto de España fueron sede de competiciones. En la provincia de Barcelona, por ejemplo, Castelldefels albergó los eventos de piragüismo, Granollers los de balonmano, y Badalona los de boxeo y baloncesto. ¿Sabías que por primera vez se permitió la participación de jugadores de la NBA? En Badalona nació el Dream Team de EE. UU., con estrellas como Michael Jordan y Magic Johnson. Además, en el resto de Cataluña, l'Estany de Banyoles fue sede de remo, Reus de hockey sobre patines, y La Seu d'Urgell de piragüismo en eslalon. Zaragoza y Valencia también acogieron partidos de fútbol en sus estadios durante la fase previa.
Barcelona 1992 dejó una huella indeleble en la ciudad, transformando sus espacios y su infraestructura de manera espectacular. Desde el renovado Estadio Olímpico hasta las modernas instalaciones del Palau Sant Jordi, cada lugar contribuyó al éxito de los juegos. Si quieres seguir explorando cómo los eventos deportivos pueden cambiar ciudades y comunidades, asegúrate de suscribirte a nuestro boletín para no perderte futuros artículos. ¡Y no olvides compartir este artículo con tus amigos para que ellos también puedan descubrir cómo Barcelona brilló en el escenario olímpico!
Adriana
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