Descubriendo ESPAÑA por carretera 🛣️ Instantes de Tiempo

¿Estáis preparando alguna roadtrip este verano? Esta vez, os cuento sobre nuestro viaje por carretera desde el Pallars hasta Madrid, una experiencia llena de paisajes increíbles y paradas interesantes. Decidimos viajar a Madrid en coche, y aunque muchos se sorprenden, resulta ser una opción más cómoda y económica en comparación con nuestra red ferroviaria, que todavía tiene mucho por mejorar, Como vimos en nuestro último viaje en tren por Europa. Antes de salir consultamos la ruta en Google Maps, principalmente para no encontrarnos con alguna carretera cortada y en la web vimos que teníamos dos opciones para llegar a Zaragoza: vía a Lleida o vía Huesca. Nosotros preferimos ir por Huesca para disfrutar del paisaje y aprovechar el buen clima. Así que salimos del Pallars por el Port de Montllobar, pasando por Puente de Montañana y Aragón, para rápidamente meternos en las nacionales. Las aplicaciones tipo Google Maps también van muy bien a la hora de encontrar gasolineras o restaurantes en ruta.

Nuestra primera parada fue en Huesca, donde aprovechamos para desayunar, una parada rápida que me hizo pensar en volver para explorar más de esta ciudad y sus alrededores. Aunque ya hace algún tiempo, os hice un vídeo explicando mis lugares favoritos de la provincia. La transición del paisaje fue impresionante; al bajar de las montañas dejamos nuestro sentimiento de Heidi arriba en un entorno más bucólico. Pero siendo prácticos, es importante planear paradas durante el viaje. Aprovechad para despejar la mente, estirar las piernas y a poder ser cambiar de chofer. Al conductor no solo le va a afectar los kilómetros, sino también las altas temperaturas. Una buena idea es llevar agua o algunos snacks en el coche.

Nuestro plan era comer tapas en Calatayud. En uno de nuestros últimos viajes descubrimos el paseo de los Reyes Católicos en Calatayud, donde hay un montón de bares de tapas, unos al lado de los otros. Recordaba el calor de nuestra última visita con mi abuela, pero esta vez apenas llegamos a los treinta grados. Encontramos una terraza con sombra y una brisa refrescante, un auténtico lujo para ser julio. La ruta hacia las Castillas nos regaló vistas de grandes llanuras doradas y castillos dispersos, recordándome que aún no he visitado ninguno este año. Me temo que no haya nada que enseñaros en Octubre y Castillos.

La hora de la siesta puede ser la más crítica para el conductor, ya que los demás pasajeros seguramente estarán haciendo la siesta. Mi recomendación para este momento del viaje es tener preparado algún podcast o audiolibro, que te mantenga despierto y alerta. Con Noemí hablamos de algunas recomendaciones en nuestro último vídeo. Si resulta que tus compañeros de viaje no van a dormir, siempre podéis hacer una lista de reproducción conjunta. Así nadie se va a quejar de la música o incluso podéis descubrir algún artista.

Desde Calatayud, nos quedaban dos largas horas hasta Madrid. Así que aprovechamos para parar en un centro comercial en Guadalajara, donde Albert se compró unos pantalones nuevos. Además, era una excelente oportunidad para estirar las piernas y disfrutar del aire acondicionado. No todas las paradas tienen que ser sentados comiendo; también se puede hacer turismo o, en nuestro caso, ir de compras. Es importante planificar bien las paradas para que el viaje sea más agradable.

A media tarde, estábamos listos para llegar a Madrid, enfrentándonos al habitual trajín de coches entre la M40. Con paciencia, logramos llegar al apartamento. Nos alojamos en este hotel del que ya os había hablado en el blog, Se recomienda buscar alojamiento con antelación para evitar problemas de última hora, pero que si sois más espontáneos, ahora hay un montón de aplicaciones para encontrar alojamiento en último momento que os van a ser de mucha ayuda. Por último, recomendaros que antes de hacer un viaje como este, poner el coche a punto para evitar averías o sustos durante el viaje y repostar antes de salir de casa.

Viajar en coche puede ser una alternativa cómoda y económica a los trenes, especialmente en rutas donde la red ferroviaria no es óptima. Además, ofrece la flexibilidad de hacer paradas interesantes y disfrutar del paisaje de una manera que el tren no permite. Un viaje por carretera no se trata solo de llegar al destino final, sino de disfrutar del trayecto. Desde hacer turismo en pequeñas ciudades hasta aprovechar las paradas para hacer compras, cada momento del viaje puede ser una experiencia gratificante. ¿Tenéis algún viaje por carretera planeado? Compartid vuestras experiencias y consejos en los comentarios, y no olvidéis seguir el blog de Instantes de Tiempo para más aventuras y recomendaciones. ¡Nos vemos en la próxima ruta!

Adriana

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