De VIENA a PRAGA: ¡Increíble Viaje con REGIO JET! 🌍🚄 Instantes de Tiempo

¡Viajeros! Os tengo que contar sobre la odisea que fue nuestro viaje de Viena a Praga este verano. Resulta que, mientras buscábamos opciones para nuestro increíble recorrido por Budapest, Viena y Praga, nos topamos con Regio Jet. ¡Y no puedo dejar de compartir esta experiencia tan loca que tuvimos con ellos! 


Cuando estábamos buscando trenes para nuestro fantástico viaje de este verano por Budapest, Viena y Praga, nos encontramos varias veces con la empresa Regio Jet, así que tenía claro que quería probarla, ya fuera en el tren de Budapest a Viena o en el de Viena a Praga. Finalmente, decidimos tomar un Regio Jet de Viena a Praga. Uno de los primeros aspectos atractivos de esta empresa fue, por cierto, el precio del billete. Ojalá trabajaran más cerca de casa.

Recuerdo que el día antes de tomar este tren, estábamos visitando el Museo de Sissi en Viena. En ese momento, mi madre vino hacia mí y me dijo que Regio Jet le había enviado un mensaje en inglés cancelando el viaje. Al principio, nos asustamos un poco. Examiné detenidamente el mensaje y decía exactamente que cancelaban el tren porque se les había estropeado el aire acondicionado y no había manera de repararlo a tiempo, así que se veían obligados a cancelarlo.


Como saben, hizo mucho calor este verano en Viena. Así que, después de salir del Museo de Sissi (que, por cierto, no tiene aire acondicionado), nos dirigimos al Museo del Belvedere. Dejé a mis chicas allí, y justo al lado se encontraba la estación central de Viena. Fui allí para buscar la oficina de Regio Jet. Mi madre pensaba que no la encontraría abierta el domingo, pero pensé que en pleno mes de agosto lo mínimo era tener a alguien que te atendiera en la estación central.

La atención al cliente de Regio Jet merece elogios. Me encontré con un señor muy amable en la oficina de Regio Jet, que me atendió en inglés. Le expliqué que habíamos recibido un mensaje cancelando nuestro viaje del día siguiente y que me gustaría solucionarlo. Cancelar y reprogramar el viaje fue un proceso sin complicaciones, con el empleado brindando detalles sobre las opciones disponibles y ayudándome a encontrar los mejores asientos. Debo recomendaros encarecidamente que os descarguéis su aplicación móvil. Tendréis no solo los billetes para subir al tren, sino toda la información actualizada en tiempo real que necesitáis y una sorpresa que os explicaré más adelante. La aplicación es intuitiva y disponible tanto para Android como iOS. 


Como tenía la aplicación en el móvil, me resultó muy fácil cancelar nuestros billetes y comprar el viaje para la hora siguiente. A pesar de que faltaba menos de 24 horas para ese viaje, no hubo problema para encontrar asientos, ya que éramos un poco quisquillosas y queríamos una mesa de cuatro al lado de la ventana para poder disfrutar de las vistas panorámicas. Aunque la oferta de asientos era más limitada un día antes del viaje, la suerte estuvo de nuestro lado al encontrar un cómodo asiento para cuatro personas. Lo mejor de todo fue que, una hora más tarde, por alguna razón, el billete era un poco más barato. El señor de la taquilla me explicó que podían reembolsarme ese dinero a mi tarjeta o guardarlo en el monedero de la aplicación, y me aconsejó hacer lo segundo.

Al día siguiente, fuimos a la estación central, encontramos nuestra andana fácilmente y, cuando llegó el momento, subimos a nuestros fantásticos asientos. Nada más llegar, los azafatos del tren nos regalaron agua y prensa. También nos entregaron una pequeña revista que, en realidad, era el menú de su cafetería. Quizás muchos de vosotros diréis que la mayoría de los trenes, especialmente en España, tienen su vagón cafetería para que puedas estirar las piernas y tomar algo. Pero lo fantástico de este tren es, en primer lugar, los precios de la comida y la bebida. Creo que una cerveza no llegaba a un euro. Además, podías pedir directamente con la app de la compañía, pagando con el dinero que ya teníamos en el monedero, ¡y te lo traían a la mesa! Creo que esto fue lo segundo mejor de ese viaje después de los precios tan competitivos con los que compramos un billete de tren en el mes de agosto.


Luego, el viaje fue bastante largo, unas cuatro horas, y pudimos ver cómo iba cambiando el paisaje y, sobre todo, el clima. Pero el tren era muy cómodo. Tenía enchufes para cargar los móviles o conectar tu ordenador. También tenía un wifi muy potente que me fue muy útil para trabajar. La experiencia en comparación con los trenes en España fue notable. Los precios competitivos, la puntualidad y la comodidad general de Regio Jet marcaron la diferencia.Viajar con Regio Jet se sintió como un vistazo a lo que podríamos tener en casa. En España, los trenes suelen ser menos puntuales, más costosos y carecen de servicios como la entrega de bebidas directamente en la mesa. Esta experiencia me lleva a pensar que, si contáramos con más opciones ecológicas y eficientes como Regio Jet, la forma en que la gente planifica sus viajes podría cambiar radicalmente.

Como anécdota, os contaré que los vecinos que nos tocaron eran dignos de una película. Para empezar, en nuestro rincón de cuatro asientos, una chica muy joven, rubia de ojos azules, que parecía más checa que austriaca, puso una pequeña mala cara cuando nos vio a tres españolas hablando de nuestras cosas. Pero cuando llegó la hora de cenar, no podía abrir su bebida, y cuando la ayudé, fue instantáneo, nos hicimos amigas y se integró en nuestras conversaciones. Por si esto fuera poco, en el rincón de cuatro asientos al lado del nuestro, cuyas ventanillas daban al paisaje de la izquierda, se sentó una familia de dominicanos que se hicieron muy amigos de mis chicas y estuvieron hablando durante todo el viaje. Si alguien en ese vagón se hartó de nosotros, pido disculpas públicamente, pero fue un viaje muy divertido que contribuyó a que me enamorara un poquito más de la empresa Regio Jet.

¿Listos para sumergirse en el caos organizado que fue nuestro viaje con Regio Jet? Desde las cancelaciones dramáticas hasta la camaradería con vecinos de película, este relato tiene de todo. ¿Tienen historias similares o alguna anécdota ferroviaria para compartir? ¡Déjennos saber en los comentarios! ¡Prometemos risas y tal vez un poco de envidia por nuestra experiencia tan increíble!

Adriana

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