Matías Corvino y su castillo en Huneduara

Matías Corvino, nacido en el 1443 en Cluj-Napoca y fue rey de Hungría. Por ese entonces, los territorios húngaros llegaban hasta la zona ardeleana de Rumanía. En el siglo XV decide trasladar su corte a Huneduara (actual Rumanía), donde ya existía una fortaleza, construida por Carlos I de Hungría en 1315, que la había levantado sobre una antigua fortaleza romana. Este rey regaló el castillo a Voyk Hunyadiy. Fueron su hijo Ioan de Huneduara y su nieto Matías Corvino quienes le dieron las modificaciones más relevantes. Fue uno de los castillos más importantes del Reino de Hungría y una pieza fundamental para parar los ataques otomanos a la frontera húngara. 



Hablando de turcos, el Castillo de Huneduara cuenta con una fantástica leyenda digna de las novelas de caballería. Cuenta que el pozo lo construyeron tres otomanos, a los cuales se le prometió la libertad al finalizar su trabajo. Tal y como estáis sospechando el rey murió antes de ver terminado el pozo y su mujer no cumplió la promesa. Así que en el fondo del pozo los turcos escribieron: "Puedes tener agua pero no tendrás alma". 

Vista general del castillo

Lamentablemente los técnicos han hecho muy bien su trabajo y han descifrado lo que pone en el fondo del pozo, que no es más que las signaturas de los trabajadores. Aunque si os gusta inventaros historias de caballeros seguro que podéis encontrar inspiración en cada rincón del castillo.

El patio del castillo


Matías Corvino lo convirtió de una fortaleza a un palacio, añadiendo elementos renacentistas. Es un castillo muy bonito que baila entre el gótico tardío y los elementos renacentistas italianos que tanto le gustaban al rey húngaro. Este castillo fue habitado por al corte durante más de 400 años. Aún así os tengo que confesar que el castillo ha llegado a nuestros días pasando por 5 incendios y quedando prácticamente en ruinas.

El salón del trono

Después de su abandono en el siglo XX, en 1974 (durante el período de Ceaușescu) se invirtió en una gran reforma. Actualmente la visita cuesta 30 Leu y si queréis hacer fotos y vídeos añaden 15 Leu más. Así que yo pagué unos 9€ por la visita. 

Escaleras de aceso a las torres

La visita por el Castelul Corvinilor es bastante fácil de seguir. Las indicaciones están tanto en rumano como en inglés. Tampoco es un castillo masificado se puede visitar con toda tranquilidad. Tened en cuenta que hay una parte del castillo que sigue siendo mucha fortaleza con un montón de escaleras y puentes colgantes.



Después de visitar el castillo Hunedoara nosotros fuimos a Turda, cerca de Cluj, que también lo podéis encontrar en el blog de Instantes de Tiempo. Solo puedo recomendar que si vas a ir cerca del castillo entréis y lo visitéis. De momento, ¿cuál es vuestro castillo favorito? ¡Que tengáis una feliz semana!

Adriana

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