Visitamos la CASA de Lluís DOMÈNECH i MONTANER 🏡 Instantes de Tiempo

En junio se celebra el Día Mundial del Modernismo. El año pasado hicimos un viaje por la historia del Art Nouveau y nos centramos en la vida y obra de Antoni Gaudí. ¿Qué os parece si este año hacemos un viaje parecido por la vida y obra de Lluís Domènech i Montaner? No hay mejor sitio para empezar este viaje que en Canet de Mar. Al final, os propongo un recorrido por sus principales obras.


Pero, ¿por qué fue tan importante? Lluís Domènech i Montaner fue un destacado arquitecto, historiador, humanista y político catalán, además de diseñador de tipografías y encuadernaciones. Nacido en Barcelona y criado entre esta ciudad y Canet de Mar, estudió arquitectura en Barcelona y en Madrid, y viajó por Europa con su amigo Josep Vilaseca para conocer las tendencias arquitectónicas del momento. Fue profesor y más tarde director de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, donde dejó una profunda huella en el modernismo catalán. Donde el mismísimo Gaudí se graduó. Casado con María Roura, tuvo ocho hijos, de los cuales uno, Pere, continuó con su legado arquitectónico. En sus últimos años, se retiró a Canet de Mar, dedicándose a la historia de Cataluña y heráldica. Falleció en 1923 y, aunque deseaba ser enterrado en Canet, con su familia, sus restos fueron trasladados al cementerio de Sant Gervasi en Barcelona.

Domènech i Montaner diseñó edificios que combinaban una estructura racional con ornamentación inspirada en la arquitectura hispanoárabe y las líneas curvas del modernismo. Sus construcciones, utilizando hierro y ladrillo visto, junto con mosaicos y cerámicas, se adelantaron a su tiempo. Como director de la Escuela de Arquitectura, influyó en muchos alumnos, impulsando un estilo propio e innovador. Puig i Cadafalch lo consideraba «el hombre de un período y una escuela artística, que ha sido el eco de desarrollos artísticos de otros países, adaptándolos con un carácter especial propio, con un carácter innovador». A diferencia de otros modernistas, con el tiempo, sus edificios se volvieron más ligeros, manteniendo siempre la rica ornamentación.


En su viaje por Europa, quedó fascinado por la arquitectura prusiana, lo que le dio un carácter innovador y simétrico a sus primeras obras como el panteón de Clavé y la casa Montaner. Su manifiesto "En busca de una arquitectura nacional" marcó el inicio de su estilo modernista, incorporando elementos mudéjares y germánicos. Su primera obra posterior al manifiesto fue el edificio Montaner i Simón. Encargos de su tío Ramón Montaner i Vila incluyeron su vivienda en Barcelona y reformas en el Castillo de Santa Florentina en Canet de Mar, como vimos en Octubre&Castillos.

Para la Exposición Universal de 1888, Domènech i Montaner, gracias a su amistad con Elies Rogent, director de la Escuela de arquitectura, recibió varios encargos importantes, incluyendo la reforma de la Casa de la Ciudad para hospedar a la familia real y la construcción del Hotel Internacional en solo 53 días. Su obra más destacada fue el Castillo de los Tres Dragones, café-restaurante, un edificio que marcó el inicio del modernismo con su uso innovador de materiales como el ladrillo y el hierro. Estas técnicas, experimentadas anteriormente en el edificio Montaner y Simón, inspiraron a Berlage en el edificio de la bolsa de Ámsterdam. También diseñó viviendas particulares, como la Casa Navàs y la Casa Lleó-Morera, donde integró escultura, mosaico y vidrieras, colaborando con artistas como Antoni M. Gallissà y Josep Llimona.


Para conocer realmente el arte de Lluís Domènech i Montaner, lo mejor es visitar su casa en Canet de Mar, ahora conocida como La Casa Museu de Lluís Domènech i Montaner. Este museo abarca la casa Domènech, diseñada por el propio arquitecto con la ayuda de su hijo y su yerno, y la masía de Can Rocosa, un edificio del siglo XVI convertido en su taller-estudio. Aquí se pueden ver planos, dibujos, fotografías y piezas emblemáticas de sus proyectos, como los modelos escultóricos de la Casa Lleó-Morera y la maqueta del Palau de la Música Catalana. Además, conserva mobiliario modernista original y documentación sobre su trabajo en diversos campos. La Casa Museu también cuenta con "La Mirada Táctil", un módulo multisensorial diseñado para personas con dificultades visuales o movilidad reducida.

Si después de todo lo que os he contado os han entrado unas ganas locas de ver sus obras en vivo y en directo, aquí os dejo sus principales obras y mis recomendaciones:
  1. Edificio Montaner i Simón: Fue la primera obra modernista encargada por su tío Ramon de Montaner. La fachada combina ladrillos y hierro con una orientación germánica. La editorial Montaner i Simon, fundada en 1868 en Barcelona por Ramon de Montaner i Vila y Francesc Simon i Font, construyó su sede en la calle Aragó en 1886. Fue uno de los primeros edificios en Barcelona en utilizar hierro en su estructura, lo que permitió crear amplios espacios interiores sin columnas. Tras cerrar en 1981 por problemas económicos, el edificio fue adquirido por el Ayuntamiento de Barcelona y entregado a la Fundación Antoni Tàpies. Se realizaron obras de rehabilitación y adaptación a cargo de los arquitectos Roser Amadó i Cercós y Lluís Domènech i Girbau, culminando en 1990 con la apertura del nuevo museo. 
  2. Casa Lleó-Morera: El edificio fue adquirido por Antoni Morera i Busó y legado a su sobrina Francesca Morera i Ortiz, quien encargó su transformación modernista a Lluís Domènech i Muntaner en 1905. Reforma de la casa Rocamora con una rica ornamentación de artistas como Lluís Bru, Antoni Serra o Antoni Rigalt. La decoración incluye mosaicos, cerámica, vidrieras y carpintería, destacando el equilibrio de los elementos en la fachada. Esta obra ganó el primer premio del Concurso anual de edificios artísticos en 1905, destacando por su complejo ornamento y calidad arquitectónica. A pesar de que inicialmente hubo controversias sobre la altura del edificio y los costos de las tasas municipales, se resolvieron favorablemente para los propietarios. Como curiosidad os contaré que la pequeña cúpula de la esquina fue destruida durante la Guerra Civil y se volvió a construir años más tarde. 
  3. Palau de la Música Catalana: Aquí, Domènech aplicó soluciones estructurales avanzadas, como perfiles laminados y una estructura metálica central. La integración de todas las artes aplicadas, incluyendo escultura, mosaico, vidrieras y forja, hacen de este edificio un resumen ejemplar de su obra. El Auditorio encargado por el Orfeó Català, es considerado la máxima expresión del modernismo catalán. Su construcción fue posible gracias a las donaciones de ciudadanos y entidades barcelonesas, siendo un símbolo del resurgimiento cultural catalán. El Palau es conocido por su espectacular fachada y su impresionante sala de conciertos, que cuenta con una cúpula central de vidrio que permite la entrada de luz natural. Desde 1997 es Patrimonio de la Humanidad.
  4. Hospital de Sant Pau: Este proyecto innovador surge de la preocupación por las condiciones sanitarias en las ciudades. Domènech i Montaner se inspiró en hospitales europeos como el Lariboisière de París y el St. Thomas de Londres. Es uno de los complejos hospitalarios modernistas más grandes del mundo, compuesto por 27 pabellones interconectados por túneles subterráneos. Usó cerámica y combinó ladrillo y piedra de Montjuïc con esculturas de Pau Gargallo y Francesc Madurell i Torres. Domènech i Montaner diseñó el hospital para maximizar la luz y la ventilación, creando un entorno más saludable para los pacientes. También fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el 97. Tuvimos la oportunidad de visitarlo con Instantes de Tiempo aquí.
  5. Castell de Santa Florentina: De origen posiblemente romano, fue una masía fortificada en el siglo XI y ampliada en el XVI. A finales del siglo XIX, Domènech dio al castillo un aire medieval con piezas del monasterio del Tallat. Construyó también una cripta para Florentina Malató, esposa de su tío Ramon Montaner. Hoy es una residencia particular y está catalogado como BCIN desde 1949. Recientemente, el castillo ha sido utilizado como escenario de la serie "Juego de Tronos", específicamente para representar el hogar de los Tarly en la sexta temporada.

Cuando estuvimos en Palma de Mallorca, también pudimos visitar el Grand Hotel. Esta es una de sus primeras obras completamente modernistas y sirvió como modelo para otras posteriores, como la casa Navàs o la Casa Lleó-Morera, con las cuales comparte muchas similitudes. Sin embargo, los motivos ornamentales aún son discretos, con ventanas cuadradas y balcones protegidos con barandillas de hierro forjado. La esquina en ángulo le permite ubicar tribunas. Inaugurado en 1903, el Grand Hotel fue el primer hotel de lujo en Palma de Mallorca y se convirtió rápidamente en un símbolo del esplendor y la elegancia de la ciudad. Entre sus huéspedes más ilustres se encontraban Santiago Rusiñol y Joaquín Sorolla. Actualmente, es la sede de la Caixa.


En Canet, Domènech i Montaner dejó su huella con obras destacadas como el Ateneu de Canet de Mar, un edificio que ha albergado diversas asociaciones culturales y políticas de la población, con líneas moderadas, esgrafiados rojizos y un impresionante rosetón central con vidrieras. El edificio presenta un estilo neogótico con elementos modernistas, caracterizado por sus arcos apuntados, vitrales y detalles ornamentales elaborados. También sobresale la Casa Roura, encargada como residencia en 1889 por Jacint de Capmany y Paquita Roura, cuñados del arquitecto, mostrando la combinación de ladrillo, hierro y cerámica que se convirtió en característica de su estilo, y actualmente alberga un restaurante.


Espero que hagáis aprendido alguna cosa hoy y al menos que os haya inspirado en vuestras próximas vacaciones. Porque con semejantes obras, tan cerca de casa, dan a uno ganas de ser turista en su propia ciudad. Viajeros, dejadme en comentarios cuál es vuestra obra favorita de Lluís Domènech i Montaner. Y nos vemos la semana que viene con más modernismo. Hasta entonces espero que ¡disfrutéis mucho!

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