Zaragoza y la ALJAFERÍA: Un Palacio de Leyenda 🏰 Instantes de Tiempo

Descubrir el Palacio de la Aljafería en Zaragoza es como abrir una ventana a un mundo de esplendor medieval. Erigido en el siglo XI durante el dominio musulmán, este impresionante palacio fortificado fue construido por orden del emir Al-Muqtadir no solo como residencia, sino como un símbolo imponente del poder de la taifa de Zaragoza. En cada rincón se refleja la sofisticación de la arquitectura islámica en la península ibérica, un testimonio vibrante de la riqueza cultural y artística de su época. Adentraros en este monumento histórico con Octubre&Castillos y dejaros cautivar por la grandeza y el misterio que emana de sus antiguos muros. ¡Bienvenidos al primer episodio del 2024!


Originalmente, el Palacio de la Aljafería se construyó fuera de las murallas romanas, en una llanura llamada "La Almozara", que los musulmanes utilizaban para demostraciones militares. Su estilo arquitectónico único ha llevado a los historiadores a examinar documentos antiguos, aunque muchos son poco detallados. A pesar de esto, han logrado identificar detalles importantes. La Aljafería es uno de los pocos edificios monumentales hispanomusulmanes que se conservan de la época de las taifas, junto con la Alhambra de Granada y la Mezquita de Córdoba. Su diseño se inspira en los palacios del desierto construidos por los omeyas en Siria en el siglo VIII. Es el palacio islámico más al norte de Europa y también el más lujoso y mejor conservado de su época.

Durante la época musulmana, la Aljafería tuvo una gran importancia como residencia de los reyes taifas de Zaragoza, específicamente de Al-Muqtadir, de la dinastía Banu Hud. Estos habían tomado el control de Zaragoza después de la caída del Califato de Córdoba, estableciendo su propio reino independiente. Construida en el siglo XI, este palacio no solo servía como símbolo del poder de su reino, sino que también fue un centro de actividad  cultural. La Aljafería representaba la independencia y esplendor del reino taifa de Zaragoza en un momento de fragmentación del poder en Al-Ándalus. `


Pero, ¿Quién era Al-Muqtadir? Fue el emir de la taifa de Zaragoza y célebre por expandir su reino. Bajo su mandato, la ciudad alcanzó un gran esplendor cultural y político. Este palacio sirvió tanto como residencia de recreo como sede del gobierno, destacaba por su planta rectangular fortificada con dieciséis torreones semicirculares. Su diseño no solo ofrecía defensa, sino que también diferenciaba entre dos mundos claramente diferenciados: el exterior profano y humilde, y el interior culto y delicado.

Durante la conquista cristiana del siglo XII, la Aljafería fue tomada por Alfonso I de Aragón, y posteriormente habilitada como palacio de los reyes de Aragón, no siendo modificado sustancialmente hasta el siglo XIV con la actuación de Pedro IV el Ceremonioso. Decidió vivir en la Aljafería y trasladar su corte allí debido a la importancia estratégica y simbólica de Zaragoza dentro del Reino de Aragón. Él convierte a la Aljafería en un símbolo de la monarquía aristocrática por él instaurada, produciéndose la primera transformación de importancia desde que deja de pertenecer a los árabes.


En la planta principal, se realizó una reforma en el siglo XV que transformó estas habitaciones en el palacio de los Reyes Católicos. Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, querían vivir en la Aljafería porque, como monarcas de la recién unificada España, buscaban residir en un palacio que simbolizara su poder y prestigio en Aragón. Esta reforma añadió una segunda planta sobre la ya existente. Para hacer esto, se destruyeron las partes superiores de las habitaciones de la época taifa y se instalaron vigas que soportarían el nuevo palacio.

La edificación más antigua de la Aljafería es la llamada "torre del Trovador". En la mayoría de los castillos, el origen suele ser una torre, como ya hemos visto anteriormente. En los siglos IX y X, esta torre servía como torre de vigilancia y bastión defensivo, y estaba rodeada por un foso. Posteriormente, los Banu Hud la integraron en la construcción del castillo-palacio. La torre recibió su nombre del drama romántico de Antonio García Gutiérrez de 1836, que fue adaptado a ópera por Giuseppe Verdi bajo el título "Il trovatore", estrenada en 1853. Aunque la trama del drama no está directamente relacionada con la Aljafería, la adaptación de Verdi incluye una prisión ubicada en este palacio. La ópera se convirtió en una de las más populares de Verdi por su emocionante música. La Aljafería, con su rica historia y su evocadora arquitectura, ofreció un escenario dramático adecuado para la narrativa de la ópera.



A principios del siglo XV, el Patio de San Martín se convirtió en la sede del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, y las áreas circundantes se adaptaron para albergar a sus oficiales, lo que probablemente llevó al uso de la Torre del Trovador como prisión. Se escogió este palacio por su carácter fortificado y su simbolismo de poder. La Aljafería, con su robusta estructura, ofrecía un espacio adecuado para la detención y el juicio de los acusados de herejía. Posteriormente, bajo el mandato de Felipe II, se emprendió una reforma para transformar la Aljafería en una base militar moderna. La fortaleza, rodeada por un foso de veinte metros de ancho, contaba con dos puentes levadizos en los flancos este y norte.

La transformación definitiva de la Aljafería en acuartelamiento ocurrió en el siglo XVIII bajo la iniciativa de Carlos III. Durante esta reforma, se remodelaron todas las fachadas al estilo de la actual fachada occidental, y los espacios interiores se adaptaron para alojar a soldados y oficiales.



Durante la Guerra Civil Española, el palacio se utilizó como cuartel militar y sufrió daños importantes debido a los bombardeos. Después de la guerra, el edificio fue restaurado y rehabilitado. En 1947, el arquitecto Francisco Íñiguez Almech asumió casi en solitario la tarea de una restauración integral, trabajo al que dedicó su vida hasta su fallecimiento en 1982.

Desde 1987, el palacio alberga las Cortes de Aragón, el parlamento de la comunidad autónoma, lo que le otorga un papel central en la vida política y cultural. En 2001, su Arte Mudéjar fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Además de su función política, el palacio se utiliza como espacio cultural y turístico, atrayendo a visitantes por su valor histórico y arquitectónico. En su interior se realizan visitas guiadas, exposiciones y eventos que permiten explorar su rica historia, desde su origen islámico hasta su papel en la España moderna.



El Palacio de la Aljafería, siguiendo los modelos tradicionales de la arquitectura palatina islámica, presenta un gran patio central con dos albercas a sus lados norte y sur. Las áreas ceremoniales y privadas, ubicadas a lo largo del eje norte-sur, están precedidas por pórticos con arquerías mixtilíneas y polilobuladas que funcionan como pantallas visuales. La parte mejor conservada es el ala norte, que incluye una pequeña mezquita octogonal, probablemente utilizada como oratorio privado del rey. En el ala sur, un gran salón fue demolido en el siglo XIV para construir la capilla de San Jorge, aunque algunos elementos decorativos se han conservado y permiten la reconstrucción parcial del pórtico. La Aljafería combina elementos arquitectónicos y decorativos inspirados en modelos cordobeses con una compleja decoración vegetal, contrastando su austero exterior defensivo con un interior refinado y ornamental. Encontraréis más información aquí.

Existen leyendas que aseguran que la Aljafería fue construida por el espíritu del Ebro como un regalo para un noble árabe sin palacio, apareciendo mágicamente en su ubicación actual. En tiempos pasados, el palacio albergaba leones, ya que varios reyes mantenían estos animales como compañía. Además, la decoración del palacio incluye dragones escondidos en escudos, como el emblemático "Cimera del Rey de Aragón", utilizado durante años como símbolo heráldico por su asociación con el nombre "d’Aragón".



Para visitar el Palacio de la Aljafería, podéis hacerlo cualquier día de la semana. De noviembre a marzo, el horario es de 10:00 a 18:30 horas, mientras que de abril a octubre, el palacio abre de 10:00 a 20:00 horas. Las visitas guiadas se realizan a las 10:30, 11:30, 12:30, 16:30 y 17:30 durante todo el año, con una sesión adicional a las 18:30 en los meses de abril a octubre. La entrada cuesta 5 €, con descuentos disponibles; es gratuita el primer domingo de cada mes durante todo el día y el primer lunes de cada mes por la tarde.

Descubre la historia y el esplendor del Palacio de la Aljafería, un tesoro arquitectónico en Zaragoza. Conoce sus leyendas, la impresionante decoración y su evolución a lo largo de los siglos. Aprovecha los horarios de visita, participa en una de las múltiples visitas guiadas y aprovecha las oportunidades de entrada gratuita. ¡No dejes pasar la ocasión de ser parte de su rica historia y belleza!

Adriana

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