Descubre el Castell de MUR en el PALLARS 🏰 Instantes de Tiempo
¡Bienvenidos al fascinante Castell de Mur! Esta imponente fortaleza, erigida por el valiente Arnau Mir de Tost en el siglo XI, no solo marcó el ritmo de la expansión cristiana en la región de Lleida y el Pallars, sino que también se convirtió en un bastión clave en la defensa y administración de la zona. Descubrid cómo este castillo, con su robusto diseño adaptado al terreno rocoso, ha resistido el paso del tiempo, transformándose y fortaleciendo su estructura a lo largo de los siglos. Uníos a nosotros para explorar cada rincón de esta maravilla medieval, desde sus murallas defensivas hasta su majestuosa torre de planta circular, y sumergíos en la rica historia que aún susurra entre sus piedras. ¡No os lo perdáis!
Arsenda, también conocida como Arsendis, fue mucho más que la esposa de Arnau Mir de Tost; fue su mano derecha en la conquista del Pallars y la alcazaba de Àger. Tras su matrimonio, se mudaron al Castell de Llordà, que ya visitamos en Octubre&Castillos. Curiosamente, entre ambos poseían más de treinta castillos. Arsenda, una noble catalana, jugó un papel crucial en la gestión y consolidación de los dominios familiares. Mientras Arnau lideraba campañas militares, ella se encargaba de la administración del territorio, ayudando a repoblar las áreas devastadas. Gracias a sus contactos con la Santa Sede y sus generosas donaciones, logró la independencia de la canónica de Àger del obispado de Urgell y así controlar las rentas eclesiásticas del valle. Juntos, fueron una pareja influyente en Pallars Jussà, contribuyendo enormemente al desarrollo y fortificación de sus territorios, incluido el Castell de Mur.
El Castell de Mur fue un escenario clave durante la conquista del Pallars Jussà, destacando por el "Pacte de Vassallatge" de 1048, un acuerdo entre Ramón V, Conde de Pallars Jussà, y su suegro Arnau Mir de Tost, que consolidó la colaboración entre los señores feudales cristianos para asegurar el control de la comarca. Además, su ubicación estratégica lo convirtió en un importante baluarte defensivo en las luchas territoriales entre cristianos y musulmanes.
El Castell de Mur desempeñó un papel estratégico fundamental en el siglo XI. Situado en la cima de una colina, su ubicación privilegiada no solo le ofrecía una vista panorámica de la comarca, sino que también le permitía controlar las rutas clave y las entradas a la Conca de Tremp. Esta posición dominante era crucial para supervisar y proteger el territorio circundante, asegurando el paso seguro a través de los valles y las montañas cercanas. Su construcción robusta, con murallas imponentes y una torre de homenaje destacada, le confería una gran resistencia ante posibles ataques y una capacidad superior para defenderse.
Junto al Castell de Mur se encuentra la colegiata de Santa María, construida poco después del castillo como parte del conjunto religioso-militar. Su propósito era servir a la comunidad religiosa local y consolidar el poder cristiano en la comarca, además de funcionar como centro religioso y administrativo para Pallars Jussà. Esta colegiata, con su estilo románico lombardo y detalles como un ábside semicircular decorado con bandas lombardas y capiteles esculpidos, tenía un estatus especial al estar exenta del control del Bisbat d'Urgell y depender directamente de la Santa Sede en Roma. Esto le otorgaba autonomía y protegió sus bienes durante la desamortización de Mendizábal en 1835, que no afectó a la colegiata debido a su estatus. Sin embargo, tanto el castillo como la colegiata fueron deshabitados en el siglo XVI, y aunque su estructura se ha conservado, su función original como centro religioso y residencia se extinguió.
La iglesia, originalmente de tres naves y decorada con bóvedas de cañón, presenta ábsides semicirculares decorados externamente con lesenas y arcos ciegos. Algunas de sus pinturas románicas más destacadas, consideradas entre las mejores en el extranjero, se encuentran en el Museum of Fine Arts de Boston, mientras que otros restos se conservan en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, que también hemos visitado en Instantes de Tiempo. El claustro del siglo XII está ubicado de forma atípica al poniente de la iglesia debido a la topografía, y recientemente se encontraron en la nave central los restos del conde de Pallars Jussà, Ramon V.
Aunque los priores del Castell de Mur tenían un mucho poder, como dirigir varias iglesias y participar en reuniones importantes, las cosas empezaron a decaer para ellos a finales del siglo XIV. En 1592, la canónica fue convertida en colegiata, pero siguió siendo especial, manteniendo su exención. Sin embargo, en 1851, perdió todos sus privilegios y se convirtió en una simple parroquia rural.
El Castell de Mur y su colegiata se abrieron al público tras extensas restauraciones realizadas en los siglos XX y XXI. Estas restauraciones han permitido recuperar y consolidar las estructuras, asegurando su conservación y haciendo posible que los visitantes puedan apreciar su historia y arquitectura en detalle. Actualmente, el sitio ofrece visitas guiadas que proporcionan una inmersión completa en la rica historia del castillo y la colegiata, permitiendo explorar sus impresionantes murallas, su imponente torre de homenaje y el elegante estilo románico lombardo de la colegiata. Además de las visitas guiadas, el lugar organiza actividades y eventos educativos que enriquecen la experiencia de los visitantes, brindándoles una comprensión más profunda del papel histórico y cultural del Castell de Mur y la colegiata en la comarca de Pallars Jussà.
Pep Coll, relata una leyenda sobre el castillo de Mur, durante la época musulmana. La fortaleza, que era el centro de dominio musulmán en la comarca, había resistido numerosos asedios cristianos debido a su ubicación ventajosa. Un día, un líder cristiano ideó un plan para sorprender a los ocupantes del castillo: su ejército se camufló con ramas y arbustos y ascendió sigilosamente la montaña. La hija del rey moro notó algo extraño y comentó que las matas parecían moverse, pero el rey desestimó su observación, atribuyéndola al viento fuerte. Gracias a esta distracción, los cristianos lograron conquistar el castillo de Mur.
El Castell de Mur y su colegiata son monumentos de gran importancia histórica, reflejando el poder feudal y la consolidación cristiana en el Pallars Jussà. Desde su fundación por Arnau Mir de Tost hasta su transformación en una simple parroquia rural, estos edificios han sido testigos y protagonistas de los cambios políticos y religiosos que marcaron la historia medieval de Cataluña. Si aún no habéis visitado este fascinante lugar, ¡animaos a descubrirlo y compartid vuestra experiencia con vuestros amigos! ¡Que tengáis una excelente semana llena de historia y aventuras!
Adriana
Comentarios
Publicar un comentario