HISTORIA del Gran Teatre del LICEU 🎭 Instantes de Tiempo
El otro día asistimos al Gran Teatre del Liceu para disfrutar de la obra "Il Trovatore" de Giuseppe Verdi. Entramos sin hacer fila y nos recibieron con una copa de cava. Después de tomar las típicas fotos de rigor, subimos a buscar nuestras butacas. ¿Sabíais que en el primer Teatro del Liceu había espacio para espectadores de pie? Deberías haber visto la cara de Albert cuando le enseñé que teníamos un palco reservado para nosotros.
En la mitad del evento, nos dirigimos al Salón de los Espejos. Este espacio, junto con la fachada, es lo único que se ha conservado del Liceu del siglo XIX, ya que el teatro sufrió incendios en dos ocasiones. Allí disfrutamos de una cena de pizza, con puestos de comida que ofrecían hotdogs, pita, pizza y bebidas. Después, regresamos a nuestro querido palco para continuar viendo la obra de Verdi. Al día siguiente, la prensa informó que aplaudimos durante nueve minutos, y me lo creo porque fue una experiencia espectacular. Por lo tanto, no tuve más remedio que compartir este templo musical en el blog de Instantes de Tiempo. Os invito a acompañarme en un recorrido por el Barrio Gótico de Barcelona.
Llotja de Barcelona
Empezaremos nuestra ruta por la historia del Gran Teatre del Liceu en la Casa de Llotja de Mar, situada en el Paseo de Isabel II número 1. Aunque la historia se remonta muchos años atrás. Nos situamos en Barcelona en 1705, cuando el Archiduque Carlos de Austria, vienés y amante de la ópera, llega a la ciudad con la intención de convertirla en una corte europea. Y ¿qué es una corte europea en el siglo XVIII sin ópera?, se preguntó. Así que se representó por primera vez en la ciudad la ópera de Antonio Caldara "Il più bel nome" en el salón del edificio de la Llotja.
Luego, como bien sabréis, llega la Guerra de Sucesión y, tras la muerte de su hermano, el Archiduque vuelve a su ciudad natal para gobernar. En Barcelona, quedan destrozados por la guerra y con un nuevo gobierno. Ya parecía que podrían ir diciendo arrivederci a la ópera italiana, cuando el Marqués de la Mina la trae de regreso para entretener a sus mercenarios. Nadie quiere tener un ejército armado y aburrido. Pero en esta ocasión abren las puertas del Teatro Principal, aunque no se llamaría así hasta dentro de un siglo. Por el momento, lo llamaremos el Teatre de la Santa Creu.
Teatre Principal
El antiguo Teatre de la Santa Creu es el teatro más antiguo de Barcelona y uno de los más antiguos de España. Se ubica en la Rambla de Santa Mónica, seguro que habéis pasado por delante alguna vez y os habéis preguntado qué es. En sus orígenes se le conocía como "Corral de Comedies". En 1787 sufrió un incendio y para reconstruirlo se realizó una suscripción anual, similar al modelo de Netflix o Spotify de hoy en día. Aunque eso no fue suficiente y el Capitán General de Cataluña, el Conde del Asalto, terminó por aportar el resto.
La siguiente piedra en el camino que nos encontramos es la prohibición de Carlos IV en 1799 de realizar teatro y ópera en cualquier otro idioma que no fuera el español. Los barceloneses, amantes de la ópera italiana, se desesperaron. Tras muchos lamentos, dos años después, en 1801, se logró levantar la prohibición en la ciudad condal, que pasó a ser el único lugar de España donde se podía escuchar ópera italiana. Pero no solo se iba a escuchar en el Teatre Principal, vayamos ahora al convento de Montsión.
Convento de Montsión
Viajamos hasta 1835, año en que el país se ve sacudido por una serie de revueltas que resultan en el incendio de varios conventos, incluido el que nos ocupa hoy. Otra consecuencia de estas revueltas son las Milicias Nacionales, en las cuales participa Manuel Gibert Sans en el 8º Batallón, el cual se encuentra necesitado de fondos. Para recaudar dinero, el batallón reconstruye el convento de Montsión y lo convierte en una pequeña sala de teatro. Aunque el batallón se disuelve al año siguiente, la sala de la Sociedad Dramática de Aficionados ya había ganado fama y estaba compitiendo con el Teatre de la Santa Creu, tanto que tuvieron que cambiar su nombre a Teatro Principal.
Para evitar su desaparición, se crea el Liceo Filodramático de Montsión, una escuela de música y teatro donde los alumnos representaban sus obras. Entre 1837 y 1848, se ven obligados a abandonar el Convento de Montsión y se trasladan al convento de Nuestra Señora de la Buena Nueva de los Trinitarios Descalzos, justo el lugar donde nosotros fuimos a disfrutar del espectáculo de "Il Trovatore".
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