La historia del tren de la Pobla

Había una vez un señor llamado Miguel Biada que trajo la maravilla del tren a España. Desde entonces se empezaron a construir vías de ferrocarriles por doquier. Hasta que se decidió cruzar los Pirineos para hacer una unión franco-española es aquí donde nace la idea del tren Noguera-Pallaresa, o como ahora lo conocemos “Lo tren de la Pobla”. 


La primera idea del tren

Todo empieza en el año 1848 cuando se construye la primera línea de ferrocarril de Mataró a Barcelona. En 1856 Pascual Madoz propone construir una vía de tren que cruza los Pirineos para llegar a Francia. Llegados a este punto que sepáis que ya se podía llegar a Europa a través de Irún y Portbou. De esta idea nacen tres posibilidades, por el Pirineo Aragonés a través de Canfranc o por el Pirineo Catalán a través de la parte ribagorzana o pallaresa. 

Estación Monumental de Lleida Pirineus, ¿os apetece conocer el resto de estaciones monumentales?

Los motivos para hacer este proyecto no solo era conectar España con Francia y el resto de Europa. La construcción de un tren así evitaría el despoblamiento que la zona sufría aumentando la economía y la conexión con el resto del territorio. Ya que el inicio de la línea sería Lleida, lo que ahora llamaríamos un hub de conexiones. Lleida estaba en la línea que unía Barcelona y Madrid, pero también comunicada con Tarragona que conectaba con el mediterráneo hacia Valencia. ¿Podía haber un plan mejor? Finalmente en 1864 se opta por la ruta pallaresa hacia Esterri d’Àneu. 

La Pobla de Segura, ahora mismo, última parada


Pero si os acordáis bien de las clases de historia ese mismo año hay la revolución de La Gloriosa y esa estabilidad política se alarga hasta 1880 cuando se celebra la primera asamblea en Tremp para reivindicar el tren. Además, en 1883, París dice que prefiere hacer la conexión por Canfranc aunque el rey Alfonso XII promete construir las dos líneas. Así que se redacta el proyecto, se aprueba en París y en 1894 empiezan las obras en Canfranc, pero no en Lleida. 

La construcción del tren

Por fin empiezan las obras en 1907 pero haceros a la idea que hasta 1924 no llega el tren a Balaguer, que está a unos 25 km de la capital. En 17 años construyó el 15% de todo el trayecto. Mientras que en 1928 el tramo Zaragoza-Olor, el que pasa por Canfranc, es inaugurado. Y la cosa no termina ahí, en 1929 se empieza a construir otra línea de tren para cruzar los Pirineos que va de Ripoll a Aux-Les-Thermes. 

Mi madre me acompañó en esta aventura, aquí lo más cerca que estuvimos del Port de Salau


Lo más curioso de todo es que según geólogos expertos que habían participado en el proyecto creían que el puerto de Salau, por donde el Noguera-Ribagorzana cruzará los Pirineos, era la mejor opción. Solo tenían que perforar 3,6 km, todo un regalo hablando de los Pirineos, la laderas suaves ayudarían a la circulación del tren y la altitud de 1.150 m permitía que la nieve no cerrara el paso. Al final todo por unos 200 millones de pesetas. Y aun así no se llegó a construir el túnel internacional de Salau.

Nos encontramos en Francia con gente que seguía apoyando el proyecto

¿Creéis que la cosa no podía ir a peor? En el 1931 llega a España la II República que recorta las inversiones en la obra y ya con la Guerra Civil queda totalmente abandonado. No es hasta 1941 cuando Franco reinicia las obras y en 1951 llega el tren a la Pobla, última parada, final de línea. 

El declive del tren

Ya sea porque entre los años sesenta y ochenta las carreteras mejoraron muchísimo o las muchas familias ya eran propietarias de un coche. Supongo por el cambios políticos y económicos que sufría el país así como el cierre de algunas fábricas, el tren dejó de ser útil. Hasta que en 1980 se cerraron todas las paradas excepto las más concurridas como eran las de Lleida, Balaguer o la Pobla.

La estación de tren (sin tren) de Saint Girons


Finalmente, cuatro años más tarde, cierran la línea. Eso comportó obviamente que la gente del Pallars saliera la calle al grito “Volem lo Tren”. Al final, en 1985, Renfe, la Generalitat de Catalunya y la Diputació de Lleida deciden asumir el déficit de la línea y reabrirla. Hasta día de hoy.



Aunque el tren nunca llegó a su destino he querido homenajearlo con esta ruta que podéis hacer tanto en coche como en moto. En el canal de YouTube hemos llegado hasta Saint-Girons y hemos tomado el tramo que se construyó hasta Oust. Porque la pasión de tantas personas no puede morir por un puñado de políticos con afanes de Rockefeller. 

Adriana

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