OBRIM VILAFRANCA: Tesoros Secretos 🏰 Instantes de Tiempo

Si alguna vez te has preguntado cómo sería explorar una auténtica "catedral del vino" del siglo XIX o recorrer los pasillos de un palacio que ha sido testigo de la historia de Vilafranca, entonces este artículo es tu pasaporte a la aventura. Desde los misteriosos Magatzems Torres hasta el encanto gótico del Palau Baltà, te invitamos a un viaje en el tiempo que te dejará boquiabierto. ¿Preparado para descubrir la magia detrás de estos tesoros?


Este proyecto turístico en Vilafranca del Penedès es una oportunidad única para explorar la riqueza cultural de la región. Sorprendentemente, la mayoría de los visitantes son locales de Vilafranca, ansiosos por desvelar los secretos de su propia ciudad. "Obrim Vilafranca" revela tesoros ocultos y añade un toque de magia a tu experiencia de viaje, proporcionando instantes de auténtico encanto que te transportarán en el tiempo. Nosotros visitamos los Magatzems Torres y el Palau Baltà.

Magatzem Alfons XIII

El Magatzem Alfons XIII, un lugar con una historia rica y fascinante que ha sido testigo de transformaciones a lo largo del tiempo, se ha convertido en un espacio exclusivo para eventos privados en la actualidad. Este edificio, que data del siglo XIX, representa mucho más que un simple almacén; es, de hecho, una "catedral del vino".


La construcción original del Magatzem Alfons XIII, que se asemejaba al estilo gótico catalán, tenía como objetivo maximizar el espacio disponible. Fue erigido en 1872, en paralelo a la llegada del ferrocarril a Vilafranca, una innovación que transformó la industria vinícola de la región. A través de este nuevo medio de transporte, el vino no solo se enviaba a Barcelona, sino a toda Europa. Las botas de vino se transportaban en carros, y el vino se almacenaba en grandes depósitos en el almacén, antes de ser envasado nuevamente en botas para su envío a Europa.

Personajes prominentes como Miquel Alias, Santiago Güell, y los Torres, quienes habían amasado fortunas en Cuba, invirtieron en el Magatzem Alfons XIII y extendieron sus operaciones para controlar todo el proceso del vino. Además de la exportación, tenían departamentos de botería y cestería, donde incluso fabricaban sus propios materiales. También gestionaban el transporte desde Vilafranca hasta La Habana, lo que marcó su transición de agricultores a exportadores. El prestigio del negocio vinícola de Vilafranca se reflejó en la exposición de 1888, donde el Magatzem Alfons XIII recibió un galardón. Además, el nombre del almacén, Alfons XIII, tiene un origen real: el rey llegó a Vilafranca en tren en 1904, y la empresa Torres construyó una bota gigante para albergar un almuerzo real.


El Magatzem Alfons XIII desempeñó un papel crucial durante la Primera Guerra Mundial, cuando Vilafranca se convirtió en el almacén de Europa debido a las circunstancias de la guerra. Este período de actividad intensa aumentó aún más la reputación del almacén. Sin embargo, durante la Guerra Civil, el edificio sufrió daños significativos debido a un bombardeo. Después de la guerra, se emprendió la reconstrucción para restaurar este emblemático lugar.

Palau Baltà

El Palau Baltà, un tesoro histórico ubicado entre la catedral, el castillo y el palacio real, es un monumento que ha sido testigo de los cambios a lo largo de los siglos. Sus primeros residentes fueron los miembros de la familia Babau, destacados comerciantes internacionales. Sin embargo, en el siglo XVIII, el Marqués de la Manresana adquirió la propiedad y convirtió parte de ella en un hostal.


Fue en el siglo XIX cuando la familia Baltà tomó posesión del palacio. August Font, un destacado arquitecto de la época, transformó el edificio en un ejemplo del estilo gótico medieval, que estaba en boga en aquel entonces. Junto con el palacio real y la catedral, el Palau Baltà goza de una posición de prestigio en la historia de la ciudad.

Al ingresar, el visitante se encuentra con el típico patio de los palacios góticos, que no solo aportaba luminosidad a las habitaciones interiores, sino que también servía como residencia para el portero del Palau. El entorno del Palau Baltà es impregnado de historia, como la Capitulación de Vilafranca en 1462 o las visitas de monarcas como Felipe V y Carlos IV.


Una curiosa historia que rodea al palacio es la del "Drac de Vilafranca", una figura mítica. La familia Baltà financió su restauración y se convirtió en su propietaria. La restauración de este elemento fue un logro impresionante que dejó una fuerte impresión en las visitas.

El Palau Baltà es un punto de referencia en la historia de Vilafranca del Penedès y una joya arquitectónica que atestigua el paso del tiempo y la influencia de diversas familias en su evolución. Cada rincón de este edificio cuenta una historia fascinante y se ha convertido en un lugar de interés para aquellos que desean explorar el pasado de la región.


¡Esperamos que hayas disfrutado de este recorrido por los tesoros ocultos de Vilafranca del Penedès! ¿No te parece que estos lugares están llenos de magia y encanto? Si quieres seguir descubriendo más joyas como los Magatzems Torres y el Palau Baltà, ¡suscríbete a nuestro blog de viajes y déjanos saber qué otros lugares te gustaría explorar en futuras aventuras! Tus comentarios y sugerencias son siempre bienvenidos.

Adriana

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