La Colonia de Güell y la Cripta de Gaudí | Instantes de Tiempo

Había una vez un señor llamado Eusebi Güell que tenía una colonia textil que llevaba su propio nombre. ¿Pero dónde se encuentra esta colonia? ¿Aún sigue funcionando? ¿Quién la construyó? ... Hoy os voy a contar la verdadera historia de La Colonia Güell. 



Para cualquier negocio hay que tener dinero y buenas ideas. Para hablar de dinero primero tenemos que hablar del padre de Eusebi, Joan Güell, que cuando era joven fue hacer las Américas y sacó su fortuna del comercio de esclavos. Ahora solo le faltaba la idea. Por aquella época parecía estar de moda tener una fabrica, en España había fabricas de todo tipo. Así que en un viaje a Reino Unido se dio cuenta de que no había fábricas ni de pana ni de terciopelo, así que importó la el modelo de negocio. 

Y así es como el padre de Eusebio Güell abre la primera fábrica de tejidos de terciopelo y pana en lo que se conoce como el Vapor Vell en Barcelona. Como podéis ver es un gran edificio, actualmente la biblioteca del Barri de Sants, su fábrica constaba de 400 trabajadores mientras que las fábricas vecinal rondaba entre los 20 y 30 trabajadores.

Así es como luce actualmente el Vapor Vell


Seguro que os habéis dado cuenta de que la Colonia Güell no se encuentra en Barcelona, sino en Santa Coloma de Cervelló. No sé si os acordaréis de vuestras clases de historia pero el siglo XIX fue un siglo muy convulso. Así que a la muerte de su padre, cuando Eusebi Güell hereda dicha fábrica, se plantea trasladarla a su localización actual.

El hecho de trasladar la fábrica y replantear desde cero una colonia textil era como tener un lienzo en blanco, donde corregir lo que no funcionaba e incrementar lo que sí. Para ello echaron a más de trescientos cincuenta trabajadores y las pocas familias que se habían quedado, los más fieles y que daban menos problemas, serían los que enseñarían a los nuevos trabajadores, la mayoría venían del campo, que llegarían a ser unos quinientos trabajadores

La fábrica nació en esta pequeña masía que compró Joan Güell


El punto más débil de la fábrica de su padre eran los conflictos sociales así que dota esta nueva fábrica de viviendas dentro 80 y 140 m², que incluso para los tiempos que corren ahora son grandes, y las rodea de un teatro, un bar, una biblioteca, dos colegios, un médico, el economato, ... Teniendo en cuenta los orígenes humildes de la mayoría de los trabajadores de la fábrica textil de los Güell eso era bueno un sueño hecho realidad.

Además de todos los servicios, el señor Güell quería que todo fuese muy moderno, y para ser moderno en aquella época solo tenías que hablar con Antoni Gaudí. Como ya hemos visto en otras ocasiones aquí en el blog, era un arquitecto muy ocupado. Como no podía decir que no delegó casi todo el trabajo a compañeros suyos en quien confiaba y se ocupó de la iglesia. 

La Cripta Güell por dentro


Eusebi Güell, para convencer a su viejo amigo, le propuso un proyecto sin límite ni de tiempo ni de dinero. Antoni Gaudí vio una oportunidad de experimentar que no tenía en otras obras. Por ese motivo hay muchos elementos que vemos en la Cripta Güell que también vemos en otras de sus obras posteriores. De hecho el plan inicial se parecía mucho a Sagrada Familia, elevando el templo unos cuarenta metros. Pero si vais allí os daréis cuenta de que fue otra de sus obras inacabadas, porque a pesar de que Eusebi Güell no le había puesto una fecha límite en verdad sí que la había, su propia muerte. Cuando sus hijos heredan la fabrica deciden cortar el grifo al arquitecto quien no vuelve a pisar la colonia Güell nunca más. 

Volviendo a la fantástica colonia que había planeado el señor Güell tenemos que pensar que, como se dice en Cataluña, no se regalan duros a cuatro pesetas. Eusebi Güell había calculado muy bien el negocio: durante la semana los trabajadores se gastaban su jornal en la compra de la semana o unas cervezas en el bar y al final de la semana, cuando recogían su salario, la balanza quedaba a cero. Como si ahora vuestro jefe, en vez de ingresaros vuestra nómina en el banco, os lo paga llenándoos la nevera e invitándoos al cine.

Una de las calles de la colonia Güell que aún conserva las casas originales


De tal forma a las familias no necesitaban nada más pero tampoco se les permitía ahorrar para poder salir de la colonia en un futuro. Al contrario, si se quejaban podían perderlo todo: la comida, la casa, el trabajo, … De hecho si no hubiera sido por la guerra civil, la fábrica estaba muy bien pensada para el empresario.

Cuando estalló la guerra civil la empresa ya había pasado a manos de dos de los hijos de Eusebio Güell. Estos se exiliaron a Francia durante el conflicto, la fábrica se colectivizó, y cuando ganaron los nacionales volvieron con la promesa de que se les ingresaría fondos para revitalizar la economía, pero esos fondos nunca llegaron. Así que primero se lo vendieron a otra compañía de fábricas textiles de Manresa y luego estos cerraron la fabrica en los años setenta. Al cerrar la fabrica vendieron las casas a sus trabajadores a un buen precio.


Actualmente, la Colonia Güell es un pueblo dormitorio que vive del turismo. Si queréis visitarla abre de 10:00 a 15:00 y tenéis distintas opciones de visita que os dejo aquí. Nosotros escogimos una visita guiada, que duró unas dos horas: la primera nos enseñaron el pueblo y nos contaron la historia y la segunda nos enseñaron la iglesia. Nuestro guía fue Jordi y fue muy amable, lo que habéis podido leer aquí es tan solo una pequeña parte de todo lo que él nos contó. ¡Os deseo que tengáis una feliz semana!

Adriana

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