Hoy nos subimos a bordo de la mítica Garrafeta, el entrañable tren que une Lleida con La Pobla de Segur, mejor conocido como El Tren dels Llacs. Pero esta vez, no viajaremos como simples turistas —hoy dejamos las cámaras colgadas al cuello y las mochilas a un lado—, porque nos espera una experiencia muy distinta: seremos revisores por un día, acompañando a Anna y Maribith en su recorrido diario entre vagones y paisajes de ensueño.

A Anna seguramente ya la conocéis: ha compartido más de una aventura conmigo en cámara. Maribith, en cambio, se estrena hoy en Instantes de Tiempo. Las tres compartimos aulas en la facultad de Turismo, y os aseguro que para este episodio no podría haber mejores compañeras de viaje. Ellas son las revisoras del Tren dels Llacs, las guardianas del trayecto y el rostro amable que da la bienvenida a bordo. Su labor va mucho más allá de comprobar billetes: también se encargan de objetos olvidados, dudas de los pasajeros y, sobre todo, de que cada viaje sea una experiencia tranquila y memorable.
El día antes
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El interior del tren |
Todo comienza los viernes, cuando el equipo se reúne en los talleres para preparar la jornada del día siguiente. Es el momento de revisar todas las reservas, organizar a los pasajeros según sus asientos y asegurarse de que nadie viaje fuera de lugar. Todo debe estar en su sitio: orden, armonía y atención al detalle. También es allí donde se imprime el material necesario para la organización a bordo y se reparte la información que acompañará a los viajeros en cada vagón. Ya en casa, todavía queda una última tarea: contar uno por uno los billetes del tren. Porque detrás de cada trayecto, hay una coreografía invisible que hace posible que todo funcione como un reloj.
El gran día
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Maribith y Anna os dan la bienvenida en la estación |
El sábado es el gran día. Es entonces cuando el
Tren dels Llacs inicia su travesía, subiendo y bajando desde La Pobla de Segur en un recorrido lleno de historia y paisajes que quitan el aliento. Podéis consultar
horarios y tarifas en su página web, por si os animáis a subir a bordo en la próxima temporada. Anna y Maribith reciben a los pasajeros con una sonrisa y revisan que todos lleven su billete en mano. En ocasiones, incluso venden billetes de última hora allí mismo, en la
estación de trenes de Lleida. Y como en todo buen viaje, el espectáculo comienza antes de partir: quince minutos antes de la salida, el andén ya vibra con la energía del día que está por comenzar.
El viaje de ida
Cuando el tren comienza a moverse, la rutina de Anna y Maribith arranca con precisión y simpatía. Lo primero: comprobar que todos los pasajeros estén cómodamente sentados en sus asientos asignados y que cada billete esté en regla. Una vez todo está bajo control, llega uno de los momentos más entrañables del viaje: el reparto de galletas, un pequeño gesto que transforma la experiencia en algo aún más especial. Pero su labor no se detiene ahí. A lo largo del recorrido, ellas también se encargan de asistir en las paradas facultativas y, muy importante, de asegurarse de que ninguna puerta quede abierta. No olvidemos que viajamos en un tren con historia, y su encanto vintage requiere una atención constante.
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Aquí esperando a que le dieran la vuelta al tren |
La llegada a La Pobla de Segur marca el final del trayecto, pero no el final del trabajo. Anna y Maribith se apresuran a ayudar a los pasajeros a bajar, especialmente a quienes viajan con cochecitos de bebé o equipaje voluminoso. Una vez que el último viajero ha dejado su asiento, comienza la siguiente tarea: limpiar los vagones y dejarlos listos para el viaje de vuelta. Mientras esperan la maniobra que invierte el sentido del tren, aprovechan para tomarse un merecido respiro y compartir una comida tranquila, sabiendo que han sido parte fundamental de una experiencia que muchos recordarán durante mucho tiempo.
El viaje de vuelta
Por la tarde, el trabajo continúa con pequeños detalles que marcan la diferencia. Antes de que el tren vuelva a ponerse en marcha, Anna y Maribith se aseguran de que el ambiente a bordo sea perfecto: un toque de ambientador y todo debe oler fresco y acogedor. También tienen que estar atentas para que todos los pasajeros estén a tiempo en el andén; 15 minutos antes de la salida, las puertas comienzan a cerrarse, y nadie puede quedarse atrás en La Pobla de Segur. Una vez todos a bordo, el viaje de vuelta comienza de manera tranquila, con una nueva misión: repartir las encuestas de satisfacción, un gesto que demuestra el compromiso con cada viajero. Y así, entre conversaciones y sonrisas, el regreso es tan apacible como el trayecto de ida.
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Anna y Maribith |
Trabajar en el Tren dels Llacs es, sin duda, una experiencia muy entretenida. No solo te permite conocer a personas de diferentes partes del mundo, sino que también puedes disfrutar de las impresionantes vistas que ofrece el recorrido. Y lo mejor de todo: el equipo hace que cada jornada sea mucho más amena, convirtiendo lo que podría ser simplemente un trabajo en una experiencia compartida y divertida. Al final del día, más que una obligación, se siente como una aventura vivida entre amigos.
Por supuesto, este vídeo no habría sido posible sin Anna y Maribith. Ya sabéis lo mucho que disfruto grabando con Anna, y hacía tiempo que no pasaba un rato tan agradable con Maribith. Así que, un enorme agradecimiento a las dos. También quiero dar las gracias a todos sus compañeros del tren, que fueron increíblemente amables conmigo; su trabajo es fundamental para que todo funcione como debe. Y, como siempre, nos vemos la semana que viene, esta vez con una ruta en moto por Navarra. ¡No os lo perdáis!
Adriana
���� molt bunic! Moltes gràcies, això serà un molt bon record per sempre! Ja tinc ganes de veure el vídeo ����✨
ResponderEliminarMoltes gracies a tu per invitar-nos a tots els seguidors del blog i per fer-ho des d'un angle tan privilegiat com el vostre!
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