Palacio Real de Olite: la joya de la corona de Navarra

En el tercer capítulo de Octubre&Castillos me enorgullece presentaros la joya de la corona de Navarra: Palacio Real de Olite. De una fortaleza romana pasando por los lujosos deseos de los reyes navarros hasta los sueños más seductores de Bécquer. Hoy en el blog de Instantes de Tiempo. 




En todos los castillos que hemos visitado en el blog, hay dos elementos muy importantes que forjan a estos edificios para que sean tan especiales. El primero es la historia, que a través de ella, el segundo punto, hace que la arquitectura del edificio sea tan icónica como lo es el Palacio Real de Olite. Si cierras los ojos, hayas estado o no allí, verás ante ti el Camelot de Navarra.

Historia


Se sabe que el Castillo de Olite fue primeramente una fortaleza romana: para controlar el paso que había entre Zaragoza y Pamplona. Sobre esta fortaleza se construye el primer castillo o Palacio Viejo. Se tienen la constancia por primera vez de este castillo por la historia de Historia de regibus gothorumsu de San Isidoro donde un rey godo llamado Suintial lo manda construir por ahí del siglo XII. Este actual recinto es ahora el Parador de Príncipe de Viana

Esta parte del castillo más cuadrada es el actual Parador


Ya en el siglo XV aparece la figura de Carlos III El Noble, que fue un gran rey de Navarra. Casado con doña Leonor de Trastámara. Ellos dos fueron los responsables de la ampliación del castillo ahora ya Palacio Real de Olite, ya que establecieron su corte en Olite.

Estos reyes son de origen francés y por eso hay este marcado gótico civil francés tan característico como bonito, aunque luego veremos si era realmente así. La ampliación empezó justamente por los aposentos de la reina y más tarde, Carlos III, quiso llevar este esplendor a todo el castillo siendo uno de los más bonitos de Europa.

Estatua de Carlos III el Noble, en Pamplona


Posteriormente, con la incorporación de Navarra al reino de Castilla en el siglo XVI, Olite pierde la corte y el castillo es medio abandonado y relegado a los aposentos vacacionales de la casa real o los virreyes de Navarra. Por si el deterioro que estaba sufriendo no fuera suficiente, durante la guerra de independencia del siglo XIX, sufrió un gran incendio que lo dejó parcialmente derruido.

Así que llegamos a principios del siglo XX cuando el Gobierno de Navarra se hace cargo del castillo, y es declarado Monumento Nacional en 1925. Finalmente se procede a su restauración que se inicia en 1937 y aún están trabajando en el proyecto. 

Arquitectura


El Palacio Real de Olite es uno de los castillos más bonitos de Europa. Cuesta mucho destacar un elemento arquitectónico u otro. Por ejemplo, podemos hablar de sus patios y jardines, uno de los caprichos de Carlos III fue sus jardines colgantes, que llegaba a medir más de 20 m. 

Los jardines verticales de la Reina


Entre los jardines podemos destacar el Jardín de la Reina donde hay un naranjo. También el Jardín de la Morera, donde actualmente se puede visitar una morera declarada Monumento Natural. Asimismo se pueden visitar los antiguos jardines de los tarajales. Incluso los Jardines del Rey en los que podemos encontrar el antiguo zoológico de Carlos de Viana, nieto de Carlos III.

Otro elemento muy destacable, que se ve a la legua del castillo, son las torres almenadas. De las cuales podemos disfrutar unas grandes vistas de esa zona de Navarra. Las mejores son la Torre de los cuatro vientos o la Torre de la Atalaya. La torre principal, que no deja de ser la Torre del Homenaje, mide más de 40 metros y para subir hasta ella debemos pasar por 133 peldaños. ¿Os atreveis?

Ruinas del Castillo


Una vez visitado el castillo, algo que ha perdido grande de su esplendor de la época de las Cortes de Navarra, son sus habitaciones doradas. Se dice que contenía tantas estancias como días tenía el año. Un ejemplo más del lujo de este Palacio Real de Olite, que a enamorado a cuantos lo han visitado. A continuación unas letras escritas por Gustavo Adolfo Bécquer tras su viaje por Navarra: 

“Cuando el sol brilla y perfila de oro las almenas, aún parece que se ven tremolar los estandartes y lanzar chispas de fuego los acerados almetes; cuando el crepúsculo baña las ruinas en un tinte violado y misterioso, aún parece que la brisa de la tarde murmura una canción gimiendo entre los ángulos de la torre de los trovadores, y en alguna gótica ventana, en cuyo alféizar se balancea al soplo del aire la campanilla azul de una enredadera silvestre, se cree ver asomarse un instante y desaparecer una forma blanca y ligera”. 

Información Práctica


Para finalizar con el castillo de este domingo os quería dar la información más práctica por si algun dia decidis ir a verlo:
* Nosotro pagamos 20€ por la visita teatralizada y tengo que reconocer que valió mucho la pena. 

Más información en Turismo de Navarra: http://www.turismo.navarra.es/esp/organice-viaje/recurso/Patrimonio/3153/Palacio-Real-de-Olite.htm 



Este fue el lujoso sueño de Carlos III el Noble, uno de los últimos reyes de Navarra. Ya sea por sus jardines o sus torres almenada, bien vale la pena la visita. Porque, si Olite es así de hermoso ¿Os imagináis como es el resto de Navarra?

Adriana

Comentarios

  1. Qué maravilla! No sabía que sus inicios fueran tan antiguos. Me parece que me iré de excursión a verlo!

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    1. Tampoco me esperaba que tuviera una historia tan relacionada con la catalana, es un castillo precioso!

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