Mercat Medieval de Guimerà | Instantes de Tiempo

El segundo fin de semana de agosto se celebra en Guimerà un Mercado Medieval. Podríamos pensar que la gente del pueblo un día se levanto y pensó que con un pueblo tan bonito y tan medieval le quedaría ni que pintado un mercado para entretenernos las calurosas tardes de verano. Pero la realidad es bien distinta. 


Si nos montamos en una máquina del tiempo y viajamos al 1294, descubriríamos que el rey Jaume II otorgo a la Vila de Guimerà el derecho a celebrar mercado. Quizás ahora os parece una tontería, un cuento de príncipes y princesas. Pero en verdad, gracias a estos privilegios, los barones de Guimerà convirtieron el pequeño pueblo de cuatro casas en un gran pueblo. Más personas, más gente, más economía, más conocimientos, ... ¿me seguís verdad?

Toda esta alegría e intercambio de mercaderías y pensamientos duraría hasta 1526 cuando el rey Carlos I, por motivos que desconozco retiró el derecho de mercado. Hasta que en 1994 los vecinos del pueblo recuperaron esta fantástica tradición volviendo a ser un punto de encuentro. Cuando el otro día fuimos nos encontramos a muchos conocidos, de Tàrrega, de Lleida pero también de Barcelona.


Una cosa que me gusta mucho de esta fiesta es su organización. No sé si os acordáis de todos los problemas que tuvimos en el Mercat de Vic. Es relativamente fácil llegar hasta Guimerà, una vez allí los vecinos voluntarios, vestidos con chalecos amarillos y sombreros de paja, os guiarán hasta los grandes aparcamientos que colocan alrededor del pueblo para que ningún coche entre dentro y podemos disfrutar del mercado de forma más tranquila e inmersiva. 

¿Qué os podéis encontrar en Guimerà? Creo que uno de los puntos emblemáticos, aun cuando no es mercado, es la torre del pueblo que ofrece una magnifica vista de la Vall del Riu Corb. Nosotros empezamos por la torre, porque hacía un calor bochornoso, y al menos allí arriba corría un poco de aire. Luego fuimos bajando por las callejuelas, nunca sabes que te puedes encontrar detrás de cada esquina. Es un sitio muy bonito. 


Una vez llegas al mercado en sí quedas rodeado de más de 120 paradas de artesanos, encontraréis desde gastronomía de la zona, hasta manualidades o piezas decorativas para vuestra casa. Por ejemplo, mi parada favorita son las artísticas mermeladas de Cal Senzill, que las puedes disfrutar desde el desayuno hasta la cena. Otra de las paradas populares del mercado son Els Corrupies, donde con un trozo de arcilla te pueden adivinar el futuro. 

En el mercado también encontrareis algunos puestos donde comer y beber, como por ejemplo, cerveza artesana, tiendas de chuches o los típicos puestos de creps. También podéis encontrar muestras de oficios artesanos como carpinteros, herreros, ... incluso vimos una parada donde nos enseñaron a moler cacao. Todo esto rodeados de artistas que animan las calles con su música y sus números de malabares. Como colofón final hacen una representación teatral de los orígenes del pueblo con unos fantásticos fuegos artificiales arriba de todo del pueblo.  

Adriana


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