Tres mujeres que dieron la vuelta al mundo

Mañana será el día internacional de la mujer, día para felicitar a todas las mujeres trabajadoras que nos inspiran a seguir adelante en nuestro día a día. Así que no podía ser menos y desde el blog de Instantes de Tiempo os traigo la historia de tres mujeres que su afán por viajar más allá de los confines conocidos me inspiraron.



La primera vez que se dio la vuelta al mundo fue en 1522 por la expedición que llevaron a cabo Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano. Aunque hoy en día apenas nos tarda unos días recorrer toda la circunferencia de la Tierra gracias a la tecnología, la velocidad, los métodos menos convencionales y, por supuesto, la resistencia humana.

Jeanne Baret


La primera mujer en la historia en circunnavegar la tierra fue Jeanne Baret, con la expedición de Louis Antoine de Bougainville. L'aventura duro tres años, entre 1766 y 1769. La historia empieza en casa de Philibert Commerson, un famoso naturalista francés, donde empezó a servir y con el que se rumorea que tuvo una relación. En 1765 Philibert es invitado a unirse a la expedición de Bougainville, adonde el acepto viajar a cambio de que se le uniese su “enfermero” Baret.

Por supuesto no se tienen cuadros de Jeanne Baret


Lástima que en 1768 fue descubierta y les obligaron a desembarcar a los dos en Islas Mauricio. Su aventura tuvo un enorme costo para ella, ya que perdió toda su fortuna, porque las mujeres estaban prohibidas en los barcos de la armada francesa. Aun así hay una parte buena en toda esta historia y es que la pareja de botánicos llegaron a recoger más de 6000 muestras de especies vegetales en todos los sitios que viajaron: por Brasil Madagascar o Tahití, por ejemplo. Tras su muerte hizo una generosa donación artículos botánicos al Museo Nacional de Historia Natural de Francia.

Pero este punto me podréis decir que ella nunca completo la vuelta al mundo porque no volvió a Francia. Y es que para su viaje de regreso estuvo acompañada de Jean Dubernat. Cómo os he explicado, ella se quedó sin recursos y resolvió abrir un cabaret en Port Louis, donde le conoció, se enamoraron, se casaron y decidieron volver a Francia en 1775.

A su llegada a Francia recibió el dinero que se le debía de parte de Commerson después de implicarla con el fiscal general y ya en 1785 se le concedió una pensión de 200 libras al año del Ministerio de Marina del Rey Luis XVI, quién le reconoció sus méritos como asistente botánico de Commerson. A pesar de que Jeanne Baret se la ha recordado durante muchos años como la amante de Philibert Commerson, hay que reconocer que fue la primera mujer en dar la vuelta al mundo y fue una excelente científica que aporto muchísimo en el terreno de la botánica.

Elspeth Beard


Para la segunda historia nos vamos a trasladar a 1959 en Reino Unido, dónde nació Elspeth Beard. Una reconocida arquitecta aunque yo la he traído el blog por su gran hazaña. Y es que lspeth aprendió ir en moto a los 16 años y con 24 le compro su BMW R60 a un buen amigo. Además de todo ello trabajaba en un pub y con ello se pagaba tanto la carrera como esos caprichos necesarios que todos los moteros entendemos.

Elspeth Beard con su moto


Las ansias de correr de Elspeth, fueron alimentadas por otras mujeres como Effie Hotchkiss, y su madre Avis que en 1915 viajaron de Nueva York a San Francisco en una Harley Davidson. Lo que las convirtió en las primeras mujeres en cruzar los EE. UU. de costa a costa. O las hermanas Van Buren que un año después persiguieron el ejército de los EE. UU. en su Indian Power Lush para convencerles de que ellas eran tan válidas como los hombres para trabajar como enlaces durante la Primera Guerra Mundial. ¿Y adivináis quien si sirvió en la segunda Guerra Mundial como enlace? Fue Bessie Stringfield, la reina de la moto de Miami, que con su Harley Davidson recorrió hasta ocho veces EE.UU. y fue la primera afroamericana en conseguirlo. Otras dos grandes inspiradoras fueron Theresa Wallach y Florence Blenkiron que viajaron de Londres, Reino Unido, hasta Ciudad del Cabo, Sudáfrica, con Phanter con sidecar durante seis meses.

Con todo esto en la mochila podemos comenzar a entender la arriesgada apuesta que estaba haciendo Elspeht Beard cuando empezó la vuelta al mundo. Primero se dirigió al norte, subiendo hasta Escocia y después a Irlanda en 1982. Luego su viaje sea alargo a la ciudad de Nueva York, dónde tuvo que enviar su moto en barco. Una vez en EE. UU. viajo hasta Canadá y México. De vuelta EE. UU. volvió a embarcar su motocicleta para, esta vez, ir hasta Sidney, Australia.

Al llegar a Australia se quedó sin fondos y paso unos meses trabajando como arquitecta antes de descubrir la isla encima de su BMW. Durante esa época además diseño unas prácticas alforjas para su moto. Aunque durante esa etapa del viaje tuvo un accidente casi mortal que la dejo hospitalizada durante dos semanas en Queensland. Tras arreglar su moto viajó a Singapur donde la mala suerte le acompaño, ya que le robaron tanto documentos como equipos importantes. Dejándola desamparada durante seis semanas, hasta que pudo renovar sus documentos.

Y desde allí inicio su travesía por Asia. Viajo por Tailandia y Malasia, también Birmania y luego India. En la India pudo reencontrarse con sus padres después de dos años y subió hasta el Himalaya. Allí conoció también a Robert, un holandés que asimismo viajaba en BMW y con quien decidió volver al viejo continente. Pero entonces ocurrió el asesinato de la primera ministra Indira Gandhi, que provocó el cierre de las fronteras. Para ello, Elspeht y Rboert tuvieron que falsificar sus permisos para salir del país y consiguieron escapar hacia Pakistán.

Elspeth y Robert de vuelta a casa

Luego llegaron a Irán muy mal: Elspeth contrajo hepatitis y su BMW no le funcionaba el freno. Eso no les detuvo en cruzar el país en siete días. Una vez en Turquía se tomó un tiempo de descanso antes de poner rumbo a casa. Llegaría en 1984 llevando consigo 35000 millas o lo que para nosotros sería en 56000 km. De esta forma se convirtió en la primera mujer inglesa en dar la vuelta al mundo en motocicleta.

Aunque lamenta que esa gira no despertó el interés que ella había pensado, en una entrevista comento algo así que guardo todo ese viaje en el fondo de su garaje y siguió adelante con su vida como si nada. Después de investigar esta gran mujer me queda pendiente su autobiografía Lone Rider, que también os surgieron leer.

Richarda Morrow-Tait


Para finalizar este hermoso 8 de marzo os traigo la historia de Richarda quién en 1949 fue la primera mujer a dar la vuelta al mundo en avión con tan solo un año y un día. Empezó a dar lecciones de vuelo en enero de 1946, con 23 años, y en agosto de 1948 despegó de Croydon dejando atrás a su esposo Norman y su hija de 18 meses. Cuando tengáis un mal día y creáis que no podéis acordaros de Richarda.

Richarda Morrow-Tait a su llegada


La aventura la hizo a bordo de un Percival Proctor IV G-AJMU monomotor con Michael Townsend cómo navegador. Empezaron su viaje hacia el sur, visitando Marbella y luego Chipre. Una vez en la India se le estropeó el motor donde tuvieron que esperar unas 7 semanas. En Japón debieron que plantearse ampliar el depósito del combustible para hacer frente a la travesía del Océano Pacífico. Aun así llegaron a la Base de la Fuerza Aérea Shemya en las Aleutianas casi sin combustible. Y en Alaska se congeló el motor y tuvieron que aterrizar en una autopista cubierta de nieve. Aquello ya parecía el final del viaje con un avión que no podía repararse y sus escasos fondos.

En ese momento Townsend regreso a Inglaterra para finalizar sus estudios y mientras ella intentaba embolsar dinero en EE. UU. Impresionados por su determinación, algunos estadounidenses empezaron una campaña para recaudar fondos. De esta forma pudieron comprarse un nuevo avión, un Vultee Valiant. Cuando Townsend volvió EE. UU. empezaron su viaje de vuelta a casa a través de Groenlandia e Islandia. Aterrizando en Croydon el 19 de agosto de 1949.


Por eso hoy os he traído la historia de estas mujeres que decidieron seguir su pasión sin importar su género y que han inspirado a millones de mujeres a hacer lo mismo. Desde aquí quiero felicitar a todas las mujeres estáis leyendo esto ahora. Que con vuestra valentía y vuestra creatividad inspiréis a que otras a cumplir sus sueños. ¡Feliz día internacional de la mujer!

Adriana

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