Delta del Llobregat, excursión fácil cerca de Barcelona | Instantes de Tiempo

Hoy es traigo una ruta de senderismo súper fácil que podéis hacer tantos en bicicleta, solos o acompañados y además está a media hora de Barcelona en tren, por si alguno de los que me leéis también estáis aprovechando las gratuidad es de Renfe. 



Así pues, un domingo tonto de octubre, de aquellos que hacía tan buen tiempo, decidimos coger el tren y trasladarnos hasta el Prat del Llobregat para hacer una pequeña ruta por el parque del Delta del Llobregat que tiene cosas muy interesantes que ver y ahora os explicaré.

Lo primero es lo primero y es entrar en el parque del Delta de Llobregat, a cinco minutos os encontraréis con el cementerio donde para nuestra suerte había un merendero con una fuente e hicimos la primera parada allí para comer. Si en vez de venir en tren venís en coche podéis aparcar allí mismo. Después de esta primera parada estratégica andamos unos cinco minutos más y llegamos al mirador de los aviones, situado en la carretera de la playa, que os enseñe en 2017. ¡Madre mía cómo pasa el tiempo!

Las vistas desde el mirador de la Bunyola

Luego seguimos andando por el mismo camino en línea recta dirección hacia el mar y, aunque no lo pareciera en un primer momento, sí que se iba a estrechando a medida que íbamos avanzando. Como era un tramo muy recto y muy plano, sin apenas nada que ver, se me hizo un poco tedioso, pero esa es toda la complicación que podéis encontraros en esta excursión. Una vez lleguéis al final os encontraréis con una señal hacia el mirador de la Bunyola la izquierda y dos indicaciones más hacia los miradores de los Carabineros y del Semáforo a la derecha. 

El que os queda más cerca es el mirador de la Bunyola. Por un lado, tenéis un mirador para observar las aves en la playa del Delta y por otro está la torre para que cojáis altura y podáis ver la inmensidad del parque y todo lo que lo rodea. La Platja del Delta de Llobregat no es una playa que os podáis bañar ni siquiera entrar porque es una reserva natural. 


De hecho allí mismo trabajan los del CRAM que es una fundación para la conservación y recuperación de animales marítimos. De hecho es una excursión donde si os fijáis bien estaréis rodeados de animales. Nosotros pudimos ver una gran diversidad de aves pero también muchas tortugas por el canal. 

Luego deshicimos el corto trayecto hasta donde había las indicaciones, que nos llevaban en dirección opuesta, hacia los miradores de los Carabineros y del Semáforo. De hecho la motivación de esta excursión en concreto era las fotos tan instagrameables que la gente hace del mirador del Semáforo. Pero antes de llegar allí pasaremos por lo que era la antiguo cuartel de los carabineros. 


Y aquí viene lo interesante. El cuartel fecha del año 1844 y su construcción fue promovida por el cuerpo de carabineros reales para reprimir el contrabando. Básicamente, había una dotación de carabineros que vivían allí y se encargaban de controlar la costa. De hecho cuando estéis ahí fijaros bien que cerca del pueblo no estaban y que cuando el rio se desbordaba o subía demasiado la marea podrían incluso quedarse aislados. ¿Y por qué ya no vive nadie allí y ha quedado todo en ruinas? Resulta que durante el golpe de estado de 1936 los carabineros se mantuvieron fieles a la República así que una vez finalizada la guerra civil se disolvió el cuerpo. Así que desde 1939 hasta 1970 el cuartel estuvo ocupado por la Guardia Civil. 

Si seguimos andando por el camino de donde veníamos llegaremos sin lugar a dudas al mirador del Semáforo. Se construyó unos años después que el cuartel de los carabineros, concretamente en 1887, para regular el tránsito marítimo costero y así evitar coincidentes accidentes. Ahora ya sabéis por qué se le llama "semáforo". Bueno también se dedicaban a recuperar víctimas, objetos y embarcaciones naufragadas. Como en aquella época lo del WhatsApp lo llevaban mal se comunicaban con la Castillo de Montjuic a través de señales ópticas igual que le pasaba a los del cuartel de los carabineros, los que allí vivían, se encontraban bastante aislados de la civilización. 


Y ahora se lo quedaba la peor parte que era desandar todo lo han dado y conseguir llegar de una sola pieza a la estación de tren para felizmente llegar a casa. Os prometo que esa noche dormimos como dos troncos. Estoy contenta de empezar a hacer alguna excursión y así fácil que además tenga algo interesante que contaros y traeros aquí en Instantes de Tiempo. Si vosotros también queréis compartir alguna ruta así dejarme la bajo comentarios y ¡os deseo que tengáis una feliz semana!

Adriana

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