Cómo ahorrar en el próximo viaje a Madrid 💸 | Instantes de Tiempo

Acabamos de volver de Madrid. Llevaba todo el verano planeando el vlog de Madrid. ¿y sabéis qué? Llegado el momento me relajé. Me dejé llevar, quería grabar el viaje hasta allí y me concentré más en el proceso que en grabar. ¿Cuántas veces habéis escuchado en YouTube que es más fácil hacerlo que enseñarlo? Tampoco me estoy disculpando. Quiero inspiraros, que si no as salen las cosas como planeasteis al menos disfrutéis del cambio de planes.



Acabo de llegar a casa y todo el material que llevo son cuatro fotos a lo asiático en frente de algún monumento haciendo el símbolo de la paz. ¿Eso me desanima? Debería decir que no aunque lo cierto es que un poco. Y quizás esta no sea la mejor una forma de empezar una entrada en Instantes de Tiempo pero este nunca ha sido el blog de éxito con el que pagar las facturas a final de mes. Si no más bien ha sido mi laboratorio de pruebas. Sabéis de sobras lo que me gustan las redes sociales. Llevo 15 años escribiendo en internet. También llevo más de 15 años viajando y en todas estos kilómetros que hemos hecho juntos he aprendido muchos trucos para ahorrar y poder viajar de forma bastante cómoda. Así que aquí os cuento como ahorrar en vuestro próximo viaje a Madrid.

El vagón del silencio es más barato

Lo primero que hicimos con Albert fue comprar dos billetes de tren. Viajamos en AVE. Últimamente, RENFE se está luciendo con los descuentos. Uno de ellos es viajar en el vagón del silencio. Quizá no es una opción para todo el mundo pero con Albert pensamos que lo peor que nos podía pasar es que no pudiésemos hablar entre nosotros en unas dos horas y tampoco era ningún drama.

Comer de bocata o fiambrera

Otra de las ventajas fue que cogemos los billetes de tren a la hora de comer. Viajamos tanto de ida como de vuelta entre las doce y las cuatro de la tarde más o menos. Y aquí viene el segundo truco para ahorrar en nuestro viaje a Madrid por qué tanto la ida como la vuelta nos preparamos para comer en el tren. Cuando salimos de casa habíamos preparado el almuerzo y de regreso, antes de coger el tren, pasamos a comprar comida ya preparada en la sección de supermercados de El Corte Inglés. Os lo explico con más detalle al final de este post.

Albert en el Mesón del Champiñón


Teníamos los cercanías incluidos con el billete de AVE

Otra de las ventajas de viajar con AVE era que teníamos incluido los traslados desde casa hasta la estación. Salimos de casa con las maletas y fuimos a la estación de cercanías de al lado. Una vez allí, en las máquinas, escogimos los billetes combinados y podéis introducir el código de vuestro billete o escanear el código QR directamente. Si tenéis problemas también le podéis preguntar a un trabajador que os ayude. Renfe ha calculado que desde que vosotros os sale el tren hasta cuatro horas antes os da tiempo para hacer este trayecto de cercanías. Salimos de Sants y llegamos a la estación de Atocha. Una vez en Atocha seguimos las indicaciones para llegar a la estación de cercanías y en Madrid la diferencia es que puedes escanear el código QR directamente en los tornos y en una parada de cercanías nos plantamos en Sol donde nos hemos alojado este fin de semana.

Entrada gratuita en el Museo del Prado

Una vez llegamos a Madrid, que llegamos entre las cuatro y las cinco de la tarde, dejamos las maletas en casa y nos fuimos de paseo hasta el Museo del Prado. El Museo del Prado tiene entrada gratuita viernes y sábado de seis a ocho de la tarde. Leí que recomiendan estar allí a partir de las cinco. Nosotros llegamos a las cinco y media, pasamos por taquilla a retirar nuestras entradas gratuitas y cuando fuimos a la puerta aún no había cola pero le pedí a Albert de empezar a hacerla y en menos de cinco minutos había una larguísima cola. También me fijé que las personas que iban con muletas o sillas de ruedas les dejaron pasar antes de toda esta cola, así que no tengáis pena de preguntar a las personas que están en la puerta. Otra de las cosas que me desmotivó a grabar el blog fue que dentro del Prado no se puede ni grabar ni tomar fotos pero os doy mi palabra que vale la pena la larguísima cola y visitarlo.

La entrada al Museo Sorolla


Comprar comida preparada en vez de ir a un restaurante

Como podéis entender no logramos a verlo todo, de hecho era la primera vez de Albert y le fui a enseñar mis obras favoritas, y salimos a las ocho cuando ya se cerraban el museo. Como al día siguiente teníamos que levantarnos pronto no me apetecía salir a cenar fuera. Aquí os va otro truco para ahorrar. Nuestro alojamiento se encontraba justo al lado de El Corte Inglés de la Calle Preciados. Abajo, al lado del supermercado de El Corte Inglés, está la sección de comida preparada. No va a ser más barato que cocinaros vosotros en casa pero si disponéis en vuestro alojamiento de un microondas allí la comida está muy buena (como hecha en casa) y os va a salir más barato en un restaurante.

Entrada gratuita al Museo Sorolla

Así terminamos el primer día en Madrid, al día siguiente por la mañana temprano atendimos a nuestras obligaciones y en cuanto estuvimos libres decidimos ir a visitar el museo de Sorolla. Sorolla es uno de mis artistas favoritos y su casa museo de Madrid es un espectáculo digno de ver. Pero si Albert tuviera que escribir este artículo os diría caer el artista en sí no le gustó. El museo es gratuito los sábados de las dos a ocho de la tarde. También hay que sacar billetes y también estaba bastante concurrido.


Antes de ir al museo comimos en un restaurante que nos habían recomendado cerca de Gran Vía pero como no nos termina de gustar decidimos hacer el postre de camino al museo y paramos en una cafetería muy especial de Chueca.

Pasear por el centro es gratis

Cuando tuvimos suficiente volvimos a casa, a ducharnos y echarnos una buena siesta. Como no habíamos tenido suficiente de Madrid salimos a dar una vuelta por el centro. Hay muchas ciudades de Europa que se pueden visitar a pie centro y ver todo lo que ofrece sin apenas rascarnos los bolsillos. Nosotros paseamos por sol, fuimos andando hasta la plaza mayor, de allí nos desviamos al mercado de San Miguel… Cuando yo era pequeña en ese mercado había bares con una oferta gastronómica muy buena aunque hoy en día se ha convertido en una trampa para turistas muy parecido a lo que es la Boqueria en la Rambla de Barcelona. De allí volvimos a la calle Arenal que es una calle peatonal llena de tiendas y cafeterías y nos dejamos llevar hasta la plaza de Isabel II donde podéis ver la parte de atrás del Teatro Real.

Delante del Teatro Real

Si dais la vuelta al teatro os encontraréis de narices con el Palacio Real. Alguna vez he pensado en dejar el blog pero luego me acuerdo de todos los proyectos pendientes que tengo aún y no quiero hacer. Uno de estos proyectos es hacer un Octubre&Castillos especial con los palacios reales de España, porque tenemos muchos y muy bonitos, pero algo lejos de Barcelona.

Como ya empezaban a doler los pies arrastre Albert hasta ver la catedral de la Almudena. Esta catedral siempre me ha causado mucha curiosidad porque con todas las joyas del gótico que tenemos repartidas por España curiosamente la catedral de la Almudena es de estilo neoclásico con un gran patio de armas entre ella y el palacio Real. Si cruzas este patio llegaréis a un mirador exquisito desde donde ver la puesta de sol.


Al día siguiente después de recoger las maletas y antes de coger el cercanías que nos iba a llevar a Atocha volvimos a pasar por la zona gourmet de El Corte Inglés a coger un par de fiambreras para tomar el almuerzo en el tren de camino a casa. Y después de tres trenes estoy aquí escribiéndoos como ahorrar en vuestro próximo viaje a Madrid o a cualquier otra magnífica ciudad de España. Os veo dentro de quince días con otra aventura aquí en instantes de tiempo. ¡Que tengáis una feliz semana!

Adriana

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